CORDOBA (ENVIADO ESPECIAL).
Rigoni, figura del partido, destacó la variante táctica del
Rojo para esperar y aprovechar los espacios. “La cancha estaba complicada para
la circulación”.
Emiliano grita con euforia el primer gol a la T, el que
exigió con su larga corrida.
Por Favio Verona
Determinante. Otra vez, el accionar de Emiliano Rigoni
incidió en el resultado. Participó en las dos jugadas que culminaron con los
goles del Rojo, en una nueva demostración del gran momento que atraviesa, que
comenzó con un golazo a Vélez de tiro libre en Avellaneda y siguió con un
doblete a Patronato en Paraná. Ayer, volvió a erigirse como el jugador clave
del ataque al exigir a Palacios, autor del tanto en contra para el 1-0, y luego
sacó un remate que provocó un rebote de Herrera que fue aprovechado por
Gigliotti en el 2-0.
“Vinimos a plantear otra cosa, pero el rival manejó muy bien
la pelota y tuvimos que hacer un cambio estratégico. Se dio para jugar de
contragolpe y nos salió bien”, describió el mediocampista ambidiestro sobre la
postura de juego del Rojo, que distó de la que propone en el Libertadores de
América y se asemejó a la utilizada en la goleada con el Patrón. “La cancha estaba
complicada para la circulación de juego. Como nos pasó en Paraná tuvimos que
recular y atacar los espacios”, explicó el Bala.
El oriundo de Colonia Caroya se fue con una sonrisa del
Mario Kempes, ese terreno que conoce de memoria por haber jugado muchísimas
veces con la camiseta de Belgrano. Un motivo extra para que este triunfo del
Diablo tuviera un gusto diferente para él, ya que los hinchas de Talleres lo
silbaron por su pasado. Pero al fin y al cabo, se fue con una sonrisa...
Fuente Olé

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