Holan: “Los grandes equipos se sustentan en su defensa”

Lo afirma Holan para justificar su viraje del fútbol de posesión al vertical, con sólidos cimientos cuando no se tiene la pelota. La idea se asentó como visitante tras el 5-0 a Patronato y dos triunfos más. De local no le sale: sólo empató.

Por Favio Verona

Hay discusiones perpetuas para las que no existen respuestas concretas. 

Disyuntivas que alimentan tertulias de café que consumen madrugadas. Debates que trascienden el tiempo, que se ajustan a cualquier década y jamás se van a extinguir porque no encierran una única verdad. El fútbol muchas veces oficia como la reserva natural de esas controversias que llenan programas, diarios y revistas desde la época del blanco y negro hasta la era de la alta definición. Existe una pregunta que enciende la polémica casi desde que empezó a rodar la pelota:

¿Un técnico debe adaptarse al perfil de sus jugadores o los futbolistas tienen que amoldarse a la idea del entrenador?

A Ariel Holan lo desveló ese interrogante apenas llegó a Independiente. Cuando dirigía a Defensa, alguna vez se plantó con énfasis: “No saldría a defenderme ni contra el Barcelona”. Y logró convencer a un equipo modesto de que podía jugarle de igual a igual a cualquiera. El Halcón tuvo pasajes de muy buen fútbol, pero todo lo bueno que construía arriba se desmoronaba como consecuencia de la endeblez defensiva. El técnico parece haber atravesado un proceso de metamorfosis en el Rojo. Advirtió que la materia prima era más apta para apostar al fútbol vertical que para el juego de posesión. Y edificó un conjunto que encuentra en su sólida defensa el cimiento sobre el que se levanta la estructura. Así lo refleja la estadística: recibió apenas dos goles en seis partidos.

“Los grandes equipos se sustentan en su sistema defensivo. No sólo hay que saber defenderse con la pelota, sino también sin ella. Es importante mantener la valla en cero, pero aún más importante es que nos lleguen poco”, analizó el entrenador.

Holan sabe que, si logra clausurar el arco propio, arriba dispone de futbolistas con capacidad para aprovechar los espacios. Rigoni, Benítez y Barco pueden sacar rédito de su velocidad cuando les tiran la pelota larga. El DT quiere explotar al máximo ese recurso, pero el vértigo no es lo único que integra su repertorio: el segundo gol ante Arsenal (2-0), en el que hubo 12 toques previos, atestiguó que la idea es mechar aceleración con circulación.

El quiebre se produjo frente a Patronato, cuando Independiente tuvo el registro de posesión más bajo y ganó 5-0 aprovechando la velocidad de sus intérpretes. Con esa propuesta empató con Rafaela (1-1), venció a Talleres (2-0) y a Arsenal.

Adecuarse al material disponible no es un acto de resignación. Es una virtud.

Fuente Olé