Independiente sigue sin poder sumar de a tres de local con
Holan. Lo ganaba de entrada, se lo dieron vuelta y terminó empatando 2-2 contra
Estudiantes, después de perderse dos claritas sobre la hora. La gente igual
reconoció el esfuerzo y lo despidió con aplausos.
Cuando juega en Avellaneda, lo de Independiente ya parece
una maldición. Es que, a pesar del gran partido que protagonizó contra
Estudiantes y de las muchas situaciones de gol que generó, terminó empatando
2-2 en un duelo muy atractivo para los imparciales pero que, para los hinchas
de ambos, dejó gusto a poco, con un punto que tampoco le suma demasiado al
Pincha para acercarse a los de arriba en la tabla.
El encuentro en el Libertadores de América no dio respiro. Al
minuto de juego, Campaña ya había salvado a Independiente de un cabezazo de
Viatri. Sin embargo, el Rojo no sólo reaccionó sino que se puso en ventaja con
un gol monumental de chilena de Martín Benítez.
Después arrancó la polémica,
con el tanto anulado a Gigliotti, y al toque llegó al empate platense, con
Facundo Sánchez.
En un deja vu de la primera mitad, Estudiantes volvió a
llegar al minuto y pico pero esta vez Campaña no tuvo nada que hacer para
salvar al Rojo frente al disparo de Aguirregaray.
A Independiente le anularon
otro tanto por offside de Rigoni y el ambiente empezó a ponerse pesado, pero
Ascacíbar cometió un penal insólito y el pibe Barco se hizo cargo de un penal
caliente y no falló en poner las cosas 2-2.
Pudo llevarse los tres puntos el Rojo, que tuvo otra en los
pies de Gigliotti, una vaselina de Nery Domínguez que devolvió el travesaño y
otra de Erviti sobre la hora, aunque el Pincha también tuvo alguna contra como
para que los hinchas retuvieran el aliento en las tribunas. El equipo de Holan
hizo casi todo para ganar pero sigue sin poder sumar de a tres ante su gente,
que esta vez igual reconoció el esfuerzo y lo despidió con aplausos.
Fuente Olé
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