Independiente recibirá a Estudiantes con una misión: lograr
el primer triunfo en Avellaneda del ciclo Holan. El contraste con su nivel de
visitante es llamativo.
El entrenador busca que el nivel como local se asemeje al
generado afuera del LDA.
Por Fabian Rodriguez
La expectativa aumenta y el hincha se ilusiona con este
Independiente de Ariel Holan, que consiguió dos victorias consecutivas ante
Talleres en Córdoba y contra Arsenal en Sarandí. Suficientes razones para que
un gran marco de gente aliente al equipo contra Estudiantes, el viernes a
partir de las 21.15. Una noche en la que se buscará el gran objetivo de corto
plazo: lograr el primer triunfo del ciclo en el Libertadores de América luego
de cuatro empates, tres por el campeonato (San Martín SJ, Vélez y Atlético
Rafaela) y uno por la Copa Sudamericana con Alianza Lima.
El rendimiento de Independiente sufre una alteración muy
marcada según donde juegue. Afuera de Avellaneda es el equipo de mejor campaña,
mientras que en casa no puede ejercer una localía intensa. La estadística marca
que apenas ganó dos partidos de los diez jugados por el campeonato. Son números
en rojo, que preocupan, en especial, al plantel porque afloran diferentes
inconvenientes: ansiedad, nervios, problemas en la generación y la resolución.
“No se dieron los resultados. Tuvimos buenos partidos,
creamos muchas situaciones de gol y casi no nos generaron, pero nos cuesta
convertir”, describió Emmanuel Gigliotti, referente de área. Sólo dos tantos
metió en los cuatro juegos disputados en el LDA, una cifra muy baja con los
nueve que obtuvo en Paraná (5-0), Córdoba (2-0) y Sarandí (2-0). Con el valor
agregado de haber mantenido la valla invicta.
Una de las causas es el estilo de juego. En Avellaneda, no
encuentra los espacios que le permiten explotar la velocidad de Rigoni y Barco.
Los rivales achican y al Rojo le cuesta encontrar la senda. Y si lo tiene, se
ha topado con deficiencias en la resolución o arqueros sólidos, como Ardente y
Butrón. “Se nos está complicando ganar de local. Tenemos que tener más
tranquilidad a la hora de definir, pero creo que por este camino la victoria va
a llegar”, destacó Figal, tras vencer a Arsenal.
Este déficit provoca una ansiedad desmedida, que a la vez
genera malas decisiones por la urgencia. Un apuro que se origina por los
futbolistas, ya que la gran mayoría de los hinchas han demostrado aprobación
por la idea de juego. Una diferencia con el ciclo de Gabriel Milito, donde la
gente mostró su impaciencia y causó una caldera en cada partido.
Por ahora,
este Diablo no pincha.
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.