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miércoles, 26 de abril de 2017

En casa no Pincha

Independiente recibirá a Estudiantes con una misión: lograr el primer triunfo en Avellaneda del ciclo Holan. El contraste con su nivel de visitante es llamativo.


El entrenador busca que el nivel como local se asemeje al generado afuera del LDA.

Por Fabian Rodriguez

La expectativa aumenta y el hincha se ilusiona con este Independiente de Ariel Holan, que consiguió dos victorias consecutivas ante Talleres en Córdoba y contra Arsenal en Sarandí. Suficientes razones para que un gran marco de gente aliente al equipo contra Estudiantes, el viernes a partir de las 21.15. Una noche en la que se buscará el gran objetivo de corto plazo: lograr el primer triunfo del ciclo en el Libertadores de América luego de cuatro empates, tres por el campeonato (San Martín SJ, Vélez y Atlético Rafaela) y uno por la Copa Sudamericana con Alianza Lima.

El rendimiento de Independiente sufre una alteración muy marcada según donde juegue. Afuera de Avellaneda es el equipo de mejor campaña, mientras que en casa no puede ejercer una localía intensa. La estadística marca que apenas ganó dos partidos de los diez jugados por el campeonato. Son números en rojo, que preocupan, en especial, al plantel porque afloran diferentes inconvenientes: ansiedad, nervios, problemas en la generación y la resolución.

“No se dieron los resultados. Tuvimos buenos partidos, creamos muchas situaciones de gol y casi no nos generaron, pero nos cuesta convertir”, describió Emmanuel Gigliotti, referente de área. Sólo dos tantos metió en los cuatro juegos disputados en el LDA, una cifra muy baja con los nueve que obtuvo en Paraná (5-0), Córdoba (2-0) y Sarandí (2-0). Con el valor agregado de haber mantenido la valla invicta.

Una de las causas es el estilo de juego. En Avellaneda, no encuentra los espacios que le permiten explotar la velocidad de Rigoni y Barco. Los rivales achican y al Rojo le cuesta encontrar la senda. Y si lo tiene, se ha topado con deficiencias en la resolución o arqueros sólidos, como Ardente y Butrón. “Se nos está complicando ganar de local. Tenemos que tener más tranquilidad a la hora de definir, pero creo que por este camino la victoria va a llegar”, destacó Figal, tras vencer a Arsenal.

Este déficit provoca una ansiedad desmedida, que a la vez genera malas decisiones por la urgencia. Un apuro que se origina por los futbolistas, ya que la gran mayoría de los hinchas han demostrado aprobación por la idea de juego. Una diferencia con el ciclo de Gabriel Milito, donde la gente mostró su impaciencia y causó una caldera en cada partido. 

Por ahora, este Diablo no pincha.



Fuente Olé

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