¡Cómo nos cuesta en casa!
Las fotos de Independiente - Atl. Rafaela (MARCELO CARROLL).
Por Andres Morando
De cara al objetivo principal del semestre, que es la
clasificación a la Libertadores 2018, resultará imprescindible comenzar a sumar
de a tres en casa. No podemos dejar pasar más puntos. En este año, no sólo que
aún no se ganó en Avellaneda, sino que apenas se marcaron dos goles. Una
cosecha muy magra. Y al mismo tiempo incomprensible. El equipo venía de una
actuación fulgurante en Paraná y, más allá de que una goleada por cinco goles
se da cada tanto, lo cierto es que ayer esperábamos una confirmación en el
juego exhibido ante Alianza Lima y Patronato. Pero no sucedió. En el PT, el
Rojo fue maniatado rápidamente por Rafaela y Nery Domínguez estuvo impreciso en
las salidas desde el fondo. Nuestra última línea se desdibujó y fue vulnerable
ante -con todo respeto- otro rival limitado. Además, faltó claridad en ataque y
para colmo perdimos a Erviti. O sea que nos quedamos pronto sin el titiritero.
Y apareció el primer interrogante: ¿cómo jugar sin Walter? Una respuesta
posible fue lo mostrado en el ST. Los muchachos se encontraron de golpe con el
0-1, tuvieron respuesta anímica y pocos minutos después consiguieron el empate.
Pero luego sobrevino el golpe por golpe. Y no aparecieron ni la pausa ni la
mente en frío para lograr la victoria. Así, lucimos arrebatados (Martín
Benítez) y desbordados (el mediocampo). Faltaron el toque y los pases precisos.
Para colmo, también perdimos a Rigoni. Por un lado, se rescatan el debut en la
red de Gigliotti, la entrega de Figal y la incansable búsqueda de Barco (muy
bien pibe). Pero quiero retomar un concepto que marqué hace una semana: los
hinchas tendremos que ser pacientes con los juveniles . Hay que bancarlos, aún
a sabiendas de lo que se juega en el torneo. Pero eso sí: necesitamos que los
experimentados sean los puntales de este Independiente que precisa de más
triunfos para sostener la ilusión de volver a Nuestra Copa. Por ahora, en la
Caldera nos quemamos nosotros.
Fuente Olé
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