Por Cristian Fernández
Emiliano Rigoni se sacó de encima al arquero, pero Viruta se
metió y cabeceó para marcar el segundo gol con el arco absolutamente vacío. Así
el uruguayo sumó tres gritos en el torneo.
El nueve está para hacer goles. Sin dudas. En él recae la
responsabilidad del último pase a la red y por eso se celebra cuando marcan y,
a veces, cuando son un tanto egoístas dentro del área. Y algo así sucedió en el
Centenario cuando Independiente anotó el segundo gol.
Se jugaban 11 minutos y otra vez aparecía Martín Benítez con
la pelota en la mitad de la cancha para hacer jugar al equipo. Se sacó un rival
de encima y puso una pelota exquisita para Emiliano Rigoni que ante Dulcich
levantó la pelota y lo dejó atrás. Cuando sólo restaba empujar el balón,
apareció Diego Vera que se agachó y de cabeza metió el segundo.
Así, Viruta alcanzó su tercer grito en el torneo los mismos
que consiguió Germán Denis. Sus víctimas anteriores fueron Banfield y Gimnasia.
Como dato de color, en todos los encuentros, el Rojo marcó tres goles.
El video del gol:
Fuente Infierno Rojo
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