Hoy se cumplen 40 años de un gol que es leyenda: el de
Bochini a Peñarol. El 10 eludió a siete y se adelantó una década a Maradona.
Hace 40 años, Bochini le hacía un golazo histórico a
Peñarol.
Tomó la pelota recostado sobre el sector derecho de la mitad
de la cancha, tiró una pared con el Negro Galván, levantó la cabeza, encaró a
Jiménez, lo dejó sentado en el piso y continuó acelerando mientras comenzaba su
carrera en diagonal hacia la izquierda. Acosta y Pizzani aparecieron en su
camino, pero no pudieron detenerlo. Zoryez y Olivera fueron a buscarlo con la
intención de bajarlo, pero los dos quedaron desparrramados. Acosta, quien había
vuelto a ubicarse detrás de la línea de la pelota, se comió otra vez el amague.
Garisto salió al cruce sabiendo que iba a perder en el mano a mano. Y perdió.
González y Olivera se le fueron al humo, pero casi terminan en el quirófano
exigiendo reemplazo de cadera. Todos los jugadores de Peñarol ya estaba a
espaldas de Ricardo Bochini, corriendo desde atrás como ambulancias dispuestas
a socorrer al arquero Corbo, quien ya estaba condenado. El 10 hizo una breve
pausa, acarició la pelota con la cara interna de su botín derecho y definió con
un sutil pase a la red lateral izquierda del uno. El máximo ídolo de la
historia del Rojo acababa de darle la última pincelada a su obra más
maravillosa. Había roto al granítico Peñarol arrastrando a casi todos sus
jugadores bailando en puntas de pie. En aquella fría noche de Avellaneda, el
partido se jugó casi en penumbras por un problema en la iluminación del
estadio, pero Bochini fue quien le iluminó el camino a un Independiente que se
impuso por 1-0. El triunfo lo dejó momentáneamente como líder del grupo A de
las semifinales de la Copa Libertadores.
Los 48.000 testigos que estuvieron ese día en la Doble
Visera cuentan que el gol fue de la misma magnitud que el que Maradona le
convirtió a Inglaterra diez años después. Incluso es probable que Diego, quien
con 15 años lo tenía de ídolo, haya estado esa noche en la tribuna. El Bocha
aseguró que ése fue el mejor gol que convirtió en su carrera. Y algunos hinchas
memoriosos incluso sostienen que pudo haber sido el mejor tanto de la historia
del club. Lamentablemente, el video de la jugada completa no está disponible y
apenas puede verse el final de la misma. Hoy se cumplirán 40 años de un gol que
no figura en los discos rígidos, pero sí en la memoria. Un gol que, como las
leyendas, se transmite de boca en boca, de generación en generación.
Cuatro décadas después, Bochini pasó ayer por el Concejo
Deliberante de Avellaneda, donde fue distinguido como Personalidad Destacada de
dicha ciudad, un reconocimiento que debió haber recibido mucho tiempo atrás. Su
exhibiciones de magia fueron tales que siguen apareciendo premios.
YO DIGO: LUIS GARISTO (Jugó ese día para Peñarol)
Parecido al de Maradona a los ingleses
Tuve la oportunidad de ser testigo de ese gol, aunque
lamentablemente terminé siendo un espectador privilegiado. Fui uno de los
tantos jugadores a los que eludió Bochini en una apilada individual
impresionante. Lo recuerdo como si hubiese sucedido hace diez días, porque
nunca me tocó ver un gol así en una cancha. Cuando arrancó la jugada con la
cabeza levantada en la mitad de la cancha, tirado hacia el sector derecho, supe
enseguida que todo podía terminar de la peor manera para nosotros. El Bocha no
bajó la mirada ni una sola vez mientras encaraba como si tuviese un radar. Por
suerte para mí, no hay videos en los que se pueda ver la jugada completa, pero
puedo asegurar que aquéllos que tuvieron la oportunidad de verlo no exageran
cuando cuentan que gambeteó a siete u ocho jugadores. Es más: a algunos
compañeros los eludió dos veces. Durante la carrera fue tirando la diagonal,
entró al área desde la izquierda y definió de derecha al palo izquierdo de
Corbo. Fue muy parecido al gol que Maradona les convirtió diez años después a
los ingleses, en México.
Fuente Olé
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