Tagliafico: "No vinimos a robar"

Tagliafico, el punto más alto del Rojo en el torneo, reconoció que la mochila de los 13 años sin títulos locales le pesó al equipo. El lateral tocó varios temas en diálogo con Olé.

Por Favio Verona y Fabian Rodriguez

Cortes en la cabeza, cicatrices que son huellas indelebles de batallas ganadas y perdidas, hematomas de todos los tamaños. Así vive el fútbol Nicolás Tagliafico. Así le enseñó a jugar una eminencia como Silvio Marzolini. Sí, el lírico maestro que tuvo en las Inferiores de Banfield no lo vistió de galera y bastón: le pidió a su alumno más aplicado que jugara con el corazón en la mano, el overol y el cuchillo entre los dientes.

-¿Qué te dicen en tu casa cuando te ven llegar siempre magullado?

-Es complicado, pero ya lo asumieron. A veces se preocupan mucho, sobre todo mi novia, Carolina. Pero estoy más tranquilo. He llegado a terminar con pérdida de conocimiento o internado. Ahora son sólo cortes. Es mi forma de jugar.

-¿Qué te llevó a calmarte? ¿Con Carolina estás más dulce?

-Nooo, ja. La experiencia y el hecho de haber tenido roces duros te lleva a medirte un poco. Se está jugando muy fuerte y físicamente no soy un tractor. No tengo fuerza para ir a chocar con gente mucho más grande, pero sé cuándo lo puedo hacer y cuándo no me conviene.

-Lo que más te reconoce la gente es eso...

-Si, me gustó que hayan coreado mi nombre, pero no me puedo quedar con eso. Los hinchas se dieron cuenta de que nunca negocio la entrega. Pero acá jugás mal un partido y arrancás otra vez de cero.

-A nivel colectivo el balance no fue bueno. ¿Les pesó la mochila de los 13 años sin títulos locales?

-La gente está ansiosa. Es mucho tiempo y el club atravesó momentos complicados. Pero nosotros estamos acá para ayudar. No vinimos a robar. Somos los primeros que queremos ganar un campeonato.

-¿Por qué creés que no lograron el objetivo?

-Quizá la desesperación de tener que estar arriba nos ha jugado en contra. Sobre todo de local.

-¿Qué esperás de Gabriel Milito?

-Varios jugadores de Estudiantes dijeron que fue el mejor técnico que han tenido. Miro mucho fútbol europeo y, por su trayectoria, debe haber aprendido mucho de táctica. Deberá convencer al plantel.

-¿Aprendés mirando?

-Sí, analizo la parte táctica y cómo se paran los equipos. Miro fútbol inglés y español. Como laterales me gustan Marcelo y Jordi Alba. Y Lahm, que ha jugado muchas veces de tres.

-¿Qué corregiste desde que llegaste al club?

-Mejoré en la marca. Antes me sacaban muchas amarillas. No perdí la agresividad, pero ahora recupero la pelota de forma limpia. Levanté bastante. En lo ofensivo no mucho porque con Pellegrino los laterales no subíamos tanto y apostábamos más al contragolpe.

-¿Sentís que te potenciás al lado de Cuesta?

-Sí, porque nos conocenmos de memoria. Tenerlo atrás me genera tranquilidad para subir. Si la tiran a mi espalda, sé que él va a estar. Y él sabe que si sale lo voy a cubrir. Trabajamos para proteger las espaldas del compañero, porque al fútbol se juega en parejas: volante con lateral, central con lateral...

-Siempre decís que la Selección es una meta. ¿Te frustra que pasen las citaciones y no te llamen?

-Nunca voy a bajar los brazos y estaré preparado para cuando me toque. Tengo 24 años y sé que para un defensor es más complicado. ¿Por qué? Un punta mete un par de goles, se va a Europa y lo llaman. Igual me pone contento que haya ido Cuesta. Quizás en algún entrenamiento hasta tenga la chance de marcar a Messi, como me tocó hacerlo varias veces.

-¿Cómo es eso?

-Fui sparring en Sudáfrica 2010 y me tocaba tomarlo. Lo intenté todo, pero es imparable. Siempre está adelantado a los pasos que vas a dar. Si le tirás el cuerpo, es una roca. Si lo querés llevar para un lado, la jugada termina en donde quiere él. En velocidad la lleva tan cortita que te gana siempre. Y si le hacés marca personal con dos atrás, te mete un pase gol. En las prácticas, Víctor la va a tener difícil, ja.

-¿Si llega alguna oferta te vas a Europa?

-Soy joven, pero me gustaría dar el salto. Igual, la llegada de Milito me entusiasma. Lo evaluaremos, pero estoy tranquilo.

Fuente Clarín