A Pellegrino no le sorprende que el Rojo sea el mejor desde
su llegada en el reinicio del torneo. Y avisó que será difícil mantenerse: “El
juego no tiene memoria”.
Por Fabian Rodriguez y Beto Tisinovich
Hizo el diagnóstico preciso en el momento necesario.
Visualizó el inconveniente defensivo del equipo y le otorgó firmeza a través de
un sistema de juego menos riesgoso, pero sin quitarle voracidad ofensiva.
Mauricio Pellegrino supo elegir los refuerzos adecuados para lograr el salto de
jerarquía necesaria en el ámbito internacional y en busca de la potenciación
del plantel pre existente. Así llegaron Hernán Pellerano (central), Jorge Ortiz
(mediocampista central), Cristian Rodríguez (volante creativo) y Diego Vera
(delantero).
Su tarea supera la barrera de la táctica, también incluye el
trabajo afuera de la cancha. Por esa razón, junto a su cuerpo técnico,
integrado por Xavi Tamarit, Carlos Compagnucci, Pablo Cavallero y Gabriel
Macaya, organizó una estricta rutina diaria de alimentación, previa y posterior
a cada entrenamiento. Y también demostró visión abarcativa y hombría de bien al
reconocer los aciertos de su antecesor, Jorge Almirón, y trató que su receta no
le quitara posesión y protagonismo principal en los partidos disputados.
En poco más de cuatro meses de gestión, los resultados y, en
especial, el juego respaldan su tarea. La versión Longaniza consiguió una
estructura estable, con picos de rendimiento ante River (3-0) y Racing (3-0), y
cuenta con la mejor cosecha de puntos desde el reinicio del torneo de Primera.
Sí, más que Boca, el líder del torneo, y que Rosario Central, la sensación: el
Rojo sumó 31 unidades en 13 encuentros, producto de nueve victorias y cuatro
empates. “Se debe a que el equipo se ha mentalizado para competir de la mejor
manera, a que los chicos que han llegado ayudaron para elevar el nivel del
plantel, también a que los que no están convocado trabajen muy bien y ayuden a
los 11 que entran. Además, los chicos que han venido de la Reserva aportaron mucha
ilusión. Y también estamos recuperando gente (NdeR: Mancuello y Torito
Rodríguez). Hay varios factores que han hecho y sobre todo el compromiso del
equipo para volver a ser competentes”.
“Avanzar en la Copa
Sudamericana y clasificar a la Libertadores”, los objetivos de Pellegrino.
“Colocar al equipo entre los seis mejores del país”, había
mencionado Pellegrino como su primer objetivo. Lo alcanzó. “Avanzar en la Copa
Sudamericana y clasificar a la Libertadores”, dos metas que se impuso al asumir
y hoy Independiente está bien encaminado en ambas competencias. Igualmente, es
consciente que el trabajo realizado debe mantener una continuidad con el paso
del tiempo: “Es algo que hay que sostener porque el juego no tiene memoria. Hay
que arrancar de cero en estos 90 minutos”. Y en ese sentido resaltó que confía
en que el equipo evolucione: “El rendimiento a nivel futbolístico lo podíamos
lograr. Creo que el equipo aún puede crecer más. Hay muchos chicos jóvenes y la
mejora a nivel colectivo es más importante que la individual. Ahí es donde veo
que podemos dar un plus”.
Independiente Santa Fe es el rival que enfrentará el jueves
por los cuartos de final de la Sudamericana y Pellegrino lo conoce porque lo
enfrentó con Estudiantes en la Libertadores de este año: “Es un equipo muy
organizado, que defiende bien, con mucha fortaleza física. Sobre todo tiene
mucha velocidad y potencia arriba. Son peligrosos y te pueden hacer daño. Es
una llave muy difícil y la vamos a jugar con muchísima ilusión. Vamos a entregar
todo”. Y por último señaló la receta que llevará a cabo: “Sabemos que la serie
no se va a definir en 90’. Hay que ser profundos, pero el hecho de atacar no
nos puede permitir desequilibrarnos ni regalar espacios, que es lo que ellos
buscan. Una cosa no quita la otra. Yo creo que el fútbol siempre hay que
pensarlo en los dos arcos. Y en nuestra casa tenemos que ganar el partido”.
Fuente Olé
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