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viernes, 6 de junio de 2014

Se engancharon



Independiente cosechó 15 puntos de 24 posibles con los tres volantes creativos.


La levantada del Rojo coincidió con la inclusión del triple enlace conformado por Pisano, Rolfi e Insúa.

Por Favio Verona

Lo desarticuló después del mazazo que les propinó Atlético Tucumán (1-3). Recién habían pasado cuatro partidos desde el comienzo de la segunda rueda cuando los temores se impusieron en la pulseada contra la audacia. Omar De Felippe interpretó que la relación costo-beneficio que implicaba el desbalance en pos del desequilibrio en ataque, no arrojaba margen de utilidades. Consideró que los riesgos superaban los beneficios. Y con la amenaza cada vez más latente de que el equipo perdiera su lugar en el podio, el técnico disolvió el triple enlace que habían conformado Matías Pisano, Daniel Montenegro y Federico Insúa. “El equipo decreció mucho, no tiene ni el 20% del juego que tenía el año pasado. Nos está costando mucho recuperar la pelota. El equilibrio se consigue con funcionamiento y hoy no lo tenemos”, expresó De Felippe antes de decidir que el Pocho y Pisano fueran las variables de ajuste.

La especulación no detuvo la caída. Pasaron 12 partidos, innumerables cambios y distintos esquemas, pero hubo una tendencia que no persistió: Independiente sobreestimó a sus rivales, padeció su complejo de inferioridad y nunca logró consolidar un funcionamiento que le brinde garantías. Por eso, ante Ferro, De Felippe decidió regresar a las fuentes y volvió a confeccionar el tridente creativo. La levantada del Rojo coincidió con la inclusión de los tres volantes ofensivos, ya que desde ese momento Independiente cosechó un empate y tres victorias que lo llevaron a adueñarse del tercer boleto hacia el ascenso. “Para sostener ese esquema es fundamental coordinar bien la presión sobre la salida del rival y conformar un equipo corto que achique hacia adelante para recuperar rápido la pelota. También es importante que al perderla todos vuelvan para ubicarse detrás de la línea de la pelota”, explicó el técnico. “Este esquema requiere un mayor despliegue para mantener el equilibrio”, analizó Martín Zapata, quien conforma el doble cinco de contención con Franco Bellocq.

Los números respaldan el sistema y confirman una presunción inequívoca: en el fútbol, el miedo nunca es un buen consejero.


Fuente Olé

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