Vistas de página en total

miércoles, 11 de junio de 2014

El partido de subida




 En el último choque en Avellaneda fue triunfo del Globo.

Por Vicente Muglia

Llegó la final por el tercer ascenso: Independiente y Huracán definirán esta tarde en La Plata quién retornará a Primera. Una historia con varios puntos en común.

Independiente no juega en el Olímpico de Roma contra la Juventus, la 10 ya no la lleva Bochini ni el club es un institución modelo como lo fue hace mucho tiempo. Huracán no brilla como aquel equipo del Flaco Menotti del 73, Houseman ya no desborda por la raya y el equipo ni siquiera va a disputar una final como la reciente con Vélez en el 2009 por un título en Primera. Hoy, el Rojo y el Globo están lejos de sus épocas de gloria. La grandeza se encuentra pisoteada, la mancha de la B escrita con tinta indeleble, el orgullo herido... Con todo eso a cuestas, hoy se verán las caras en un terreno neutral, el estadio Ciudad de La Plata, para ver quién sube a Primera. El pasaje con destino a la A no viene con el título de campeón incluido. Está en juego apenas el tercer puesto de un campeonato mediocre salvo por Banfield y Defensa, dignos campeón y subcampeón respectivamente. Sin embargo, más allá de tantas pálidas, “el partido de subida” puede significar “el partido de su vida” para muchos de los que hoy pisen desde las 14 el campo de juego del Unico. Es el retorno a Primera o la permanencia en la BN. El desahogo o la tristeza. El festejo o el llanto. Y no hay lugar para los dos.

El camino de ambos por este campeonato fue por senderos distintos pero hay puntos de unión. Coincidencias que saltan a la vista. Los dos equipos se armaron con técnicos que traían consigo el recuerdo exitoso. Huracán contrató a Antonio Mohamed, niño mimado de los hinchas, que llegó con la experiencia de haber ascendido como jugador y como técnico. Independiente mantuvo a Miguel Brindisi, entrenador que logró tres títulos en el club (entre el 94 y 95) y que luchó por mantener al equipo en Primera en las diez últimas fechas de la temporada pasada. No les fue bien a ninguno. El Turco duró diez fechas. Miguelito sólo cuatro. Como la fórmula del conocido de la casa no resultó, ambas dirigencias optaron por un “extraño”. El Rojo se llevó a De Felippe y Huracán a Kudelka. El primero fue el gran responsable de enderezar el rumbo y de que el equipo pudiera terminar tercero el 2013. Al segundo le costó un poco más pero en este 2014 consiguió que el Globo no parara de inflarse. En el medio, en el receso de este verano, los dos apostaron por el retorno de un ídolo: Insúa en Avellaneda y Toranzo en Parque Patricios.

Justamente, la mala segunda rueda de Independiente propició que Huracán pudiera alcanzarlo. A este desempate llegan distintos desde lo anímico. Uno golpeado por la chance que dejó escapar el domingo ante Patronato y el otro motivado por lograr esa chance que ya parecía imposible. Igualmente, cuando empiece a rodar la pelota, lo previo no importará demasiado. Que gane y suba el mejor.


Fuente Olé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.