Mientras sobrevuela la idea de las elecciones anticipadas,
el presidente Javier Cantero se reunió con opositores; lo principal, la vuelta
a Primera y pagar los sueldos
Por Francisco Schiavo
Daniel Grinbank, en
un hotel céntrico, uno de los hombres fuertes de la oposición. Foto: Télam
Independiente busca paz. Trata, de una vez por todas, de unirse
para salir adelante. Las horas dirán si fue a tiempo o si el enésimo intento
llegó demasiado tarde, si quedó en apenas en coletazo en medio de la crisis.
Las conversaciones entre un presidente desbordado, Javier Cantero, y los
principales referentes de la oposición seguirán -es más, continuaban anoche- en
busca de la tranquilidad necesaria para el ascenso. Más tarde, en junio, nada
se descarta. Sobrevuela con fuerza la idea de las elecciones anticipadas para
después de esa fecha, pero no hay certezas.
Hubo gente de Lista Roja, la más emblemática. Estuvo Daniel
Grinbank, carta fuerte de Puro Sentimiento Rojo. No faltó Noray Nakis. Tampoco
Juan Carlos Lascurain, uno de los más respetados por Cantero. Al principio, se
tocaron temas deportivos y económicos. Surgió una coincidencia: lo primordial
era ponerse al día y, si se seguían algunos lineamientos, todos podrían
colaborar. Anoche la reunión seguía. No se había tocado el tema de Cantero y la
continuidad. Aunque varios lo tenía en carpeta bajo la etiqueta
"elecciones anticipadas".
Cantero tuvo un día movido. "Todos pueden participar en
este momento, toda ayuda será bienvenida", dijo el presidente y agregó:
"Quiero lo mejor para el club. La comisión directiva tendrá que decidir si
adelanta las elecciones". Antes del encuentro de la noche, el presidente
también conversó con referentes de la Agrupación Independiente, que tiene como
hombre fuerte a Hugo Moyano. Los colaboradores del sindicalista propusieron
hacerse cargo de los salarios desde febrero hasta junio y hasta respaldaron los
premios: US$ 800.000 si los Rojos salen campeones, algo que, a estas alturas,
ya parece imposible, o US$ 600.000 si consiguen el ascenso. Eso sí: pidieron
tener ya injerencia en las decisiones futbolísticas y, el punto crucial, el
adelantamiento de las elecciones. Se habló de otra charla en 48 horas, aunque
nada quedó confirmado.
Las repercusiones siguieron. El plantel, como si hubiera
tomado nota de las declaraciones de Cantero, quedó representado por Federico
Insúa (ver aparte). En el predio de Villa Dominico hubo una custodia especial,
aunque no se advirtió ningún movimiento extraño. También se siguió con atención
los hechos en sede de la avenida Mitre 470, en Avellaneda. Otra vez se presentó
Pablo Álvarez, líder de la barra brava, esta vez sin casco, que insistió con la
idea de postularse para presidente.
"Escuché que decían de planteles que volteaban
técnicos, que sacaban jugadores indeseables, pero nunca escuché que sacaran a
un presidente. Puede ser un pensamiento de él [de Cantero], pero no coincido.
Fue elegido por la gente y no creo que un grupo de 30 jugadores vaya en contra
de un presidente elegido democráticamente", aseguró el vicepresidente 2°,
Claudio Keblaitis, en TyC Sports.
Hace rato que las grietas aparecieron en el mismo
oficialismo. Tanto que cuatro integrantes de la comisión directiva, Pedro
Larralde (secretario general), Darío Eichenblat (secretario de prensa), Mariano
Rodríguez (revisor de cuentas) y Eduardo Villalba (jefe de bloque de
representantes) le pidieron que de un paso al costado.
Fuente Cancha Llena
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