La bronca
que tenían varios integrantes del plantel por la demora en el pago de los
sueldos se potenció. Creen que el presi los dejó expuestos.
Por Favio
Verona
A los
jugadores les cayó muy mal la difusión de un correo en el que Cantero los acusó
de hacerle la cama. La relación no tiene retorno.
Está muy
claro que los jugadores me están haciendo la cama”. Fue apenas una frase. Una
oración redactada bajo emoción violenta. Un instante en el que cometió el
inadmisible pecado de subestimar el poder que encierran las palabras. Un desliz
que le permitió a Javier Cantero percatarse de que a las palabras casi nunca se
las lleva el viento. Los jugadores no pudieron tolerarlo. Sintieron que el
presidente los dejó expuestos. Y ayer fue Federico Insúa el primero en salir a
responderle. “Acá no le estamos haciendo la cama a nadie”, sentenció el Pocho.
La historia
había comenzado a redactarse tras la derrota ante Sarmiento, cuando el
presidente aún estaba convencido de que la única salida era consumar su propia
salida. Y así se los expresó a sus pares de CD a través de un mail (ver aparte)
como esa misma noche se lo advirtió a De Felippe: “La cama no te la están
haciendo a vos, me la están haciendo a mí”. La frase, que rápidamente
trascendió las fronteras de la privacidad, hizo estallar el termómetro de un
vestuario en el que se respira un aire viciado. A pesar de que su reciente
incorporación parece mantenerlo al margen del conflicto, Insúa improvisó ayer
una conferencia de prensa que no estaba prevista en el predio de Domínico para
tratar de aclarar la situación. “Estamos jugando mal y no tiene nada que ver lo
otro. No le estamos haciendo la cama a nadie”, remarcó el Pocho.
El que sí
se sintió aludido fue Diego Rodríguez, quien disparó contra Cantero en América
& Closs. “Si no ganamos es porque estamos haciendo las cosas muy mal. Pero
de ahí a hacerle la cama a alguien, estamos muy lejos. Creo que nadie entra a
una cancha pensando en hacer algo así. Somos los primeros que nos fastidiamos
cuando perdemos. Pensar eso es una locura total porque los que nos comemos las
puteadas somos nosotros”, disparó el arquero.
Si bien
varios jugadores decidieron recluirse en el silencio, es evidente que se arribó
a una instancia en la que ya no hay posibilidad de retorno. La relación entre
Cantero y el plantel parece transitar el camino de lo irreconciliable. Su mera
presencia desata derrames de bronca, produce exaltación, irrita incluso a los
más apacibles. El presidente siempre fue observado con desconfianza y
aprensión. Pero ese mail que invadió la esfera pública fue el último
ingrediente de un cóctel explosivo que también incluye la deuda que la
dirigencia mantiene con el plantel. “Se quiso lavar las manos y tirarnos la
gente en contra a nosotros”, le dijo un referente del plantel a Olé . Son
varios los que creen que en un intento por permanecer al resguardo de la
inminente tormenta, Cantero decidió incinerarlos sin piedad ni pudor. Y la
situación va de mail en peor.
Fuente Olé
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