Escrito por: Lucas Sawczuk @lucassawczuk
El pasado destruyó, aniquiló y hasta se tomó el tiempo de
destruir lo poquito que quedaba.
Al presente le duele. Quedó preso de una
herida que cierra horrores y sufrimientos cerrar, porque el tamaño del agujero
es tan grande que quién sabe uno cómo se podrá curar.
El futuro deambula por
allí, riéndose con una carcajada de ultratumba, que invita a la reflexión, al
compromiso, a la serenidad y, sobre todo, a la paciencia y el apoyo.
El horizonte
es negro, porque el pasado fue devastador.
Hoy Independiente está al borde del nocaut.
Pero como a todo
gigante, será difícil de derrumbarlo.
Si el pasado, con los máximos
delincuentes dirigenciales a la cabeza y su tropa de matones a sueldos
(millonarios) no pudieron destruirlo, aún quedan esperanzas.
La crisis
económica es aguda y a eso se le suma un momento futbolístico por el piso,
donde todo sale mal.
Mirando el presente, también vale hacer una autocrítica y
remojar las barbas con los errores cometidos hasta aquí.
De todas formas, sin
ser repetitivo, el daño del pasado fue tan grande que las turbulencias recién
comienzan y este viaje oscuro deberá
encontrarnos unidos.
Sí, yo también lloro, sufro e insulto ante cada derrota y
castigo al entrenador y sus decisiones.
Pero me pregunto por qué este
nerviosismo y esta efusividad histérica no surgieron en la época más oscura del
club, donde se robaron absolutamente todo y se tomaron las decisiones más
tristes e impunes en la historia de la institución.
Todos somos culpables de este momento.
Siempre es bueno
mirar al pasado para aprender, para recordar a los máximos culpables y
acusarlos.
Sería una medida ejemplar expulsarlos del club y que esa decisión no
quede en simples palabras.
En cuanto a lo futbolístico, sí podemos achacar los
errores actuales. Por ejemplo, muchos aún nos preguntamos por qué Cristian
Díaz, que tuvo la potestad para limpiar el plantel, no lo hizo. ¿Esperará a que
lo limpien a él?
En ese aspecto deportivo no estamos para seguir perdiendo el
tiempo.
El entrenador demostró que su discurso no coincide con lo que lleva a
cabo y los depredadores, otra vez, están oliendo sangre para hacerse con otra
víctima.
El plan Díaz amagó con ser exitoso, pero el correr de los partidos
dejaron en claro que el DT en cuestión no supo manejar lo que tanto se decía.
No recortó el plantel, no supo darle una identidad al equipo y tampoco supo
sostener la mano firme para tomar decisiones. Reitero, el tiempo que se pierde,
no se recupera. Y para peor, termina jugando en contra.
No hay dinero para refuerzos, por lo que las opciones se
recortan a ser inteligentes y saber moverse para conseguir jugadores de
jerarquía.
La suerte tampoco está de nuestro lado. Hay que ayudar a que pase el
temporal.
La histeria (a veces entendible por los resultados) empuja cada vez
más y el ambiente es pesado, tedioso, espeso y tóxico.
Independiente deambula
en un mar de problemas y lo único que lo sostiene es su grandeza. El agua pasó
el cuello y el ruido del segundero amenaza con clavarnos el puñal final. No
podemos dejarnos estar y, entre todos, brindándole una ayuda seria al club,
podemos sacar al Rojo de este pozo.
La refundación comenzó una noche en la tribuna Sur, siguió
en una votación histórica y debe continuar un camino donde los hinchas nos
unamos para ayudar a Independiente.
¿De qué nos sirve volvernos histéricos
mientras nos quedamos sentados esperando que el destino nos empuje al descenso?
El club necesita un empujón., un espaldarazo, una limpieza efectiva y profunda.
Nadie dice decirle que “sí” a todo, sino ser conscientes, tener paciencia y no
bajar los brazos.
Al Rojo lo hicieron mierda dirigentes ladrones, barras
fanáticos del dinero, periodistas partidarios del bolsillo y muchos más.
El
daño es enorme, por eso, como soldados de Independiente, ayudemos a recuperar esa
tierra llamada identidad.
Fuente Muy Diablo
Nota de rrrojo: Este blog, desde su nacimiento tiene como cabecera la frase
Nota de rrrojo: Este blog, desde su nacimiento tiene como cabecera la frase
"INTENTANDO RECUPERAR LA IDENTIDAD ROJA"

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