El 25 de junio de 1972 debutaba con la camiseta de
Independiente nuestro máximo ídolo, Ricardo Enrique Bochini. El jugador cumbre,
el genio, el hombre predestinado para las grandes hazañas, el ganador. Por un
motivo o por otro, se torna verdaderamente difícil comparar su gigantesca
dimensión de ídolo con cualesquiera de los otros muchos fenomenales cracks
rojos.
De incomparable talento es el de mayor trayectoria en toda
la historia de Independiente: 20 temporadas entre 1972 y 1991. En ellas actuó
en 638 partidos oficiales de campeonato, sin contar la enorme cantidad de
encuentros por copas internacionales, giras y partidos amistosos, con los
cuales debe rondar los 1.000 partidos. Excepción hecha de la Selección
Nacional, nunca vistió otra camiseta que no fuera la roja, síntoma de total
fidelidad.
También ha sido quien más títulos acumuló: 13. Cuatro
campeonatos argentinos, cuatro Libertadores, 2 Intercontinentales y 3
Interamericanas. Aún sin ser un goleador, es el cuarto artillero de todos los
tiempos en el club con 97 conquistas de campeonato, que agregadas a las 11 que
anotó en las distintas copas, llevan la marca a 108, altísima para un hombre
que se dedicaba a armar juego y a preparar goles para que otros los
convirtieran. Con un aditamento muy especial: en una final de copa, de
campeonato, en un gran clásico frente a Boca, River o Racing en la instancia
decisiva que podía hacer feliz a toda la legión independientista, el gol lo
marcaba Bochini. Asi de grande. Pero por encima de todas las estadísticas está
el genio, el talento inmenso de un jugador único, distinto a todos.
El del toque magistral, la gambeta hacia adelante, la pared
perfecta, el pase gol, el conductor inteligente, el crack que jamás tuvo miedo
en una cancha por difícil que fuera el partido, el hombre que siempre creyó que
todas las jugadas podían terminar en gol y que todos los partidos eran
ganables.
El Bocha nació en Zárate el 25 de enero de 1954, ingresó en
la séptima división de Independiente y el 25 de junio de 1972, frente a River,
hizo su debut en Primera. Pocos futbolistas en la historia han hecho tanto por
un club como Bochini por Independiente. Su relación con el hincha es
absolutamente indestructible, cimentada en amor incondicional por un lado, y en
entrega sin reservas por el otro. Porque pocas veces un jugador fue tan
decisivo en los triunfos de su club, sus dos décadas de alegrías sembraron
miles de nuevos hinchas rojos.
Para darle un sabor más especial a la fecha, se cumplen 26
años del ingreso del Bocha ante Bélgica en el Mundial de México 1986.
Fuente CAI Sitio Oficial
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.