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martes, 26 de junio de 2012

Selección - El Mundial 78 y la memoria



Ilustró rrrojo- Fuente imagen web


Por Eduardo Verona


El Mundial de 1978 que conquistó Argentina un 25 de junio de hace 34 años quedó manchado para siempre. 

Hay que reconocerlo. El genuino y auténtico espacio del fútbol que construyó aquella estupenda (y hoy subestimada) Selección dirigida por el Flaco Menotti y liderada por Daniel Passarella, quedó superado por la impresionante dimensión de los años de plomo que desató la dictadura militar.

Para rubricarlo, quizás alcanzaría con reproducir lo que declaró Passarella en marzo de 1984, desde Europa:

“El Mundial del 78 sostuvo el régimen y tapó todo”.

O recordar las afirmaciones de Menotti a la prensa italiana en junio de 2008: 

“Fui usado por la dictadura. Claro que el poder que se aprovecha del deporte es tan viejo como la humanidad. Nadie imaginaba que en esas horas que se jugaba el Mundial se arrojaban personas al río. Si se hubiese sabido, los trabajadores, los ciudadanos, los intelectuales, los futbolistas, todos tendríamos que haber pedido que se terminara esa mierda”.

Es cierto, quedó fuertemente estigmatizado aquel Mundial. Pero la Selección lo ganó dentro de la cancha, más allá de la interminable variedad de sospechas que provocaron el 6-0 sobre Perú, en Rosario. Sospechas que nunca se formalizaron en nada concreto. Sospechas en muchísimos casos oportunistas, vacías e insustanciales.

Lo real es que la Selección se preparó para ganar el Mundial jugando bien y lo ganó en la inolvidable final de 120 minutos ante Holanda (3-1) jugando muy bien.

 Esa consagración le abrió las puertas a otras consagraciones.

Hasta podría afirmarse que a partir de que Argentina ganó en el 78, pudo reconfirmar su jerarquía internacional en México 86 con Carlos Bilardo de técnico y Diego Maradona como paladín insuperable de la belleza y la eficacia. 

El gran logro de Menotti en la etapa previa del Mundial fue jerarquizar la institucionalidad de la Selección , hasta ese momento inexistente. Antes de Menotti la Selección era tierra arrasada.

Ni los jugadores querían participar para no perder prestigio.

A partir de ahí todo cambió. Y quizás fue este el contenido más valioso que dejó Menotti de cara al futuro.

Esa herencia logística para que sus sucesores hayan encontrado una estructura y una plataforma para elaborar un proyecto.

Desconocer que la magnitud de la represión que ejecutó la dictadura en esos años logró oscurecer el perfil futbolero y la conquista del Mundial, tendría que estar asociado a la ceguera o a la ignorancia.

Pero la realidad es que el fútbol estuvo ajeno a los estruendos mesiánicos. 

Los jugadores y el cuerpo técnico de aquellos años lo saben.

Como también saben que la gloria y el drama quedaron atrapados en el túnel de la memoria.       


Fuente Diario Popular

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