Un Marical que no toca el fondo.

A pesar de los problemas del club, Gabriel Milito renueva la esperanza para este año.

No se arrepiente de haber vuelto y sueña con repetir lo del 2002.

Y? ¿Qué novedades hay en el Rojo?”.

Las vacaciones y las Fiestas, tras un año duro, no logran aislarlo de lo que rodea a Independiente.

Gabriel Milito aprovecha el llamado para ponerse al día con lo que sucede por estas horas en el club.

Hace unos días recibió en su casa al presidente Javier Cantero para hablar de la deuda con el plantel: “Fue una charla positiva. Me encontré con alguien interesado en resolver los problemas”, cuenta, y mientras celebra el comienzo del 2012 con sus seres queridos..

-¿Hiciste el balance de tu semestre en el club?

-Sí. Ante todo, no me arrepiento de haber vuelto. Me decían que no sabía dónde me metía, pero yo deseaba regresar acá. A pesar de la distancia, estaba informado de lo que pasaba en el club.

Sí reconozco que estaba algo peor de lo que me imaginaba, pero así y todo considero positivo mi retorno.

Era el lugar donde yo quería estar.

-La mayoría se habría quedado otro año en el Barsa. Aunque sea, en el banco y jugando muy de vez en cuando...

-Sí, puede ser. Pero yo llegué a una edad en la que necesitaba continuidad.

En toda mi carrera, salvo por las lesiones, me acostumbré a ser titular. Y si bien estaba en un club y en un equipo que quedará en la historia como este Barcelona, no era del todo feliz.

Le dije a Guardiola que no me servía jugar 20 ó 25 partidos por año.

Para algunos estaré loco, pero lo que yo quería era jugar.

-¿Y no pensaste en seguir en Europa? Tuviste una oferta del Zaragoza.

-Tenía esa opción, sí, pero mi idea era pegar la vuelta.

Siempre dije que quería volver a los 30 a Independiente.

Si venía después no sé cómo iba a estar física y futbolísticamente.

Y siempre tuve en claro que no iba a regresar si mi nivel no era bueno.

Para eso, volvía pero a la platea.

Además, el proyecto de vida con mi mujer era que nuestros hijos crecieran acá.

-¿Y qué evaluación hacés de tu rendimiento?

-Creo que mi nivel fue de menor a mayor.

Siento que puedo jugar mejor.

Para mí, lo más importante fue que logré una continuidad.

Hacía mucho que no jugaba tantos partidos en tan poco tiempo.

-¿Y qué balance hacés del equipo?

-Nos faltó regularidad. Nos costó poder ganar tres o cuatro partidos seguidos. En el medio tuvimos cambio de técnico. Se fue el Turco, vino Ramón. Hubo lesiones y fue difícil mantener un mismo equipo. Creo que fue un torneo muy parejo y nosotros podríamos haber terminado un poco más arriba.

-¿Te costó la adaptación de pasar del súper Barsa a este Independiente?

-Me llevó unos partidos adaptarme al fútbol argentino. Creo que nuestro fútbol es más difícil que el español. Hay menos espacios, se corre más.

Y cuando corrés demasiado es porque no se juega tan bien.

-¿Cómo es eso?

-Siempre me preguntan si el equipo está bien preparado en lo físico, pero en el Barcelona trabajábamos mucho más en lo técnico.

Si cada uno en la cancha sabe lo que debe hacer y lo cumple, no hay necesidad de correr tanto.

Ese es uno de los secretos del Barsa.

Todos saben bien qué deben hacer por lo que cubrir los espacios no implica correr más.

-¿Se juega mal acá?

-Se juega diferente. En la comparación, no hay tan buenos espectáculos como se ven en España, más allá de las diferencias técnicas de los jugadores.

Acá se presiona más y faltan espacios para jugar.

Por momentos todos corren para todos lados y por eso no salen buenos partidos.

Se lucha y se pelea más de lo que se juega.

-¿Y cómo ves a este Independiente en comparación con los demás?

-Desde el punto de vista técnico, estoy convencido de que no tenemos que envidiarle nada a nadie. Nos falta regularidad.

Tuvimos algunos momentos de buen juego pero no pudimos mantenerlo por mucho tiempo.

Ojalá que esta pretemporada sirva para conocernos más y mejorar en eso.

-Con los problemas económicos que tiene el club, ¿hay lugar para pensar en pelear arriba?

-La ilusión de salir campeón siempre está.

Con esta camiseta, la aspiración siempre es la máxima.

Yo arranco cada torneo con el objetivo de ser protagonista y de llegar a las últimas fechas peleando el título.

Más allá de los problemas, el jugador siempre se mentaliza para pelear arriba.

-Este año se cumplen 10 del último título del Rojo, con vos como capitán.

-Sí. Ojalá se repita... Sería un sueño hecho realidad.

Fuente Independiente Crece