Su segunda salida de San Lorenzo (la primera fue a través de
una transferencia) lo dejó marcado a fuego a Sebastián Saja.
Tanto que no le
perdona al entonces entrenador del Ciclón, Ramón Díaz, por haberle hecho pasar
“los peores seis meses de mi carrera”.
-¿Qué pasa si ahora salís a la calle y te cruzás con Ramón
Díaz? ¿O si te encontrás con él en un restaurante, por ejemplo?
-Sigo caminando derecho. Ni lo saludo ni me detengo, no
pierdo tiempo.
-¿Tan jodido fue lo que te hizo?
-Es que me hizo pasar los peores seis meses de mi carrera.
-¿Creés que llegó a San Lorenzo con un preconcepto o con la
idea fija de limpiarte?
-Nunca tuve la oportunidad de que me lo dijera. Y después
con el tiempo empecé a dudar si fue una decisión de él o una decisión que la
termina tomando él pero llevada por otros. Pero fue la persona que no me dio la
oportunidad de entrenarme en el club donde pasé muchísimos años.
-¿Por qué empezaste a dudar de si fue él o no?
-Cuando San Lorenzo tuvo la fiesta del Centenario no me
invitaron, pasaron un video de la Copa Mercosur e inevitablemente tuvieron que
pasar una imagen donde aparecía yo. Cuando no me invitaron a la fiesta y con el
tiempo, empecé a dudar, porque era una fiesta de San Lorenzo y no de un grupo
de dirigentes.
-¿Y cómo hincha de San Lorenzo que pensás del momento que
atraviesa?
-Primero me genera preocupación. La primera gestión de
Savino había sido buena y me había tocado participar como jugador, yo veía que
las cosas se estaban haciendo bien. Evidentemente la segunda o la tercera gestión
fue muy mala. Sí me llamaba mucho la atención cómo San Lorenzo regalaba o
desprestigiaba su patrimonio. No lo podía entender, pero nunca imaginé que iba
a estar en esta situación.
El juicio al Ciclón
-Ahora en Racing, ¿tuviste miedo que los hinchas de San
Lorenzo te putearan cuando te tocó enfrentarlo?
-Yo sabía que el hincha genuino no. Yo no tuve otra opción
que irme, aunque algunos sin conocimiento pueden decir “Saja le hizo juicio a
San Lorenzo”. Pero yo la única vía que tenía para jugar en otro club era pedir
la libertad de acción. El verdadero hincha se acuerda de mí por el campeonato
del 2001, por la Mercosur, por la Sudamericana, por un montón de otras cosas.
-¿A los 32 años mirás para atrás y decís “adentro de una
cancha esto no lo tendría que haber hecho”?
-Puede ser, sí, con la hinchada de Boca por ahí hay gestos
que desde adentro de la cancha uno no los puede hacer. En ese momento uno peca
de inocente, de juventud, y tuve la suerte de que cuando me tocó equivocarme a
mí todavía no vivíamos la locura de hoy, donde ante un gesto de esos hoy te
pasan factura y tenés que ir a hacer tareas comunitarias. Jugando un partido
con San Lorenzo contra Racing en el 2001, el campeonato que Racing sale campeón
y nos ganan 4 a 1, yo me quise cagar a piñas con todos los jugadores de Racing
y quedó como que me había enfrentado con los jugadores de Racing. Son cosas que
hoy le aconsejaría a un chico que no las haga, porque el día de mañana uno
nunca sabe las vueltas de la vida.
-¿Cómo está el fútbol argentino hoy?
-Lo encuentro menos técnico que hace diez años. No abundan
los talentos.
-¿Será por la locura de que hay que ganar de cualquier
manera?
-Pero también porque el que juega bien se va muy rápido. Es
un poco de todo. Primero por las presiones, por el miedo a perder más que las
ganas de ganar, y la falta de talentos.
Incentivación y soborno
-¿Conviviste con la incentivación en todas las ligas donde
jugaste?
-Sí, en todos lados, como en la Argentina. Para mí la
incentivación existe, pero es un tema tabú en el fútbol. No podés decir “me
incentivaron”, pero existe. Acá y en Europa también.
-¿Y alguna vez sospechaste de que un compañero haya ido al
bombo porque lo sobornaron?
-Ja, ja, ja... En Grecia me tocó jugar un partido contra un
equipo que nos tenía que ganar para salvarse del descenso. Y que no nos podía
ganar nunca, pero en las apuestas pagaba muy poco y en cambio nuestro equipo
pagaba 5 a 1. Entonces dijimos con algunos compañeros vamos a apostar por
nosotros que no podemos perder, pero cuando arrancó el partido nos atacaron
toda la tarde por la derecha, al cuatro que era griego lo desbordaron todo el
partido. Terminamos 0-0, pero me fui sospechando que o jugó muy mal o terminó
apostando por el otro equipo (risas).
Fuente Independiente
Crece
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.