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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Selección - El horno de Barranquilla se apagó en 45 minutos


El estadio de Barranquilla fue un horno


Colombia cambió la altura de Bogotá por el calor de esta ciudad costeña, pero la Argentina logró superar ese escollo y las 50 mil almas que colmaron el estadio pasaron del éxtasis a la decepción. Por Fernando Czyz / Enviado Especial 




BARRANQUILLA, Colombia.- Desde bien temprano Barranquilla fue preparando su fiesta para el partido ante la Argentina con mucho color amarillo en las tribunas, sonido de cornetas, una bandera gigante, un show en vivo y una euforia de 50 mil almas que desbordaba las tribunas norte, sur, oriente y occidente del estadio Metropolitano Roberto Meléndez.

La tensión fue creciendo con el correr de las horas hasta que, a la hora señalada, con un estadio colmado, y el horno de Barranquilla con 30 grados de temperatura estuvo a punto caramelo para el festejo de un triunfo de la selección local. La Argentina era visitante, y bien visitante, en esta cuarta fecha de eliminatorias.

Sin embargo los primeros minutos demostraron a una selección que manejaba la pelota y a la gente jugando su partido: silbando a los rivales e intentando colaborar, con la intención de sacar a Lionel Messi del partido con gritos y cánticos.

Cuando Nicolás Burdisso tuvo el encontronazo con James Rodríguez y debió salir en camilla, la gente explotó con la frase "Hijoeputa, Hijoeputa" reclamando la expulsión del jugador de Roma de Italia.

El momento de mayor tirantez entre Messi y los hinchas colombianos fue cuando el capitán argentino gesticuló y criticó al árbitro Salvio Fagundes en una forma de amedrentar al brasileño. En ese instante, explotó la tribuna oriental con el "Messi, Messi, hijoeputa" ante la completa indiferencia de La Pulga que lo único que necesitaba era un poco de aire fresco.

En gol de Dorlan Pabón, con complicidad de Javier Mascherano, fue el momento de éxtasis para el público barranquillero, que festejó con la nueva Miss Colombia en la tribuna, el presidente Santos en su palco y los tres históricos jugadores de la selección alentando a sus sucesores: Mauricio Serna, Faustino Asprilla y Carlos El Pibe Valderrama.

Pero ese horno barranquillero armado a la medida de la selección de Colombia, que abandonó la altura de Bogotá para apostar por el calor de la costa, se extinguió en 45 minutos con los goles de Lionel Messi y Sergio Kun Agüero para sellar el definitivo 2 a 1.

Con el empate primero y luego con la desventaja final, todo el calor y color del público colombiano se volvió en tensión y frenesí para el conjunto que dirige Leonel Alvarez, al punto que en forma de contagio la desazón de afuera también se transformó en tristeza y decepción adentro de la cancha.

El festejo final fue de los argentinos en la mitad de la cancha con un gran puño apretado. Los aplausos finales y el "Messi, Messi" de reconocimiento de las tribunas para el astro argentino marcó el enfriamiento final de un horno que estuvo en ebullición desde temprano y se descomprimió en apenas 45 minutos.

Fuente CanchaLlena

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