El empate con Vélez dejó mucha tela para cortar.
Independiente, que había arrancado mejor y ganaba 2-1, cayó en el complemento,
y se lo terminaron empatando pese a estar 3-1 arriba. Hay muchos factores que
pueden llevar a una igualdad así, y uno de ellos fueron los movimientos desde
el banco.
El primero, para ser más precisos, fue poner a Andrés Roa
para sacar a Braian Martínez. El colombiano, lejos de aportar al equipo, le
quitó profundidad. Lento con la pelota, displicente y hasta sin ganas,
ralentizó el juego del equipo. Apenas dio ocho pases, de los cuales acertó
seis. Tiró un centro bueno, y dio un pase clave.
Sin embargo, perdió dos pelotas importantes, de las cuales una terminó en el segundo gol del Fortín, y la otra derivó en el tiro libre por el que el local llegó al empate. Julio Falcioni, por su parte, decidió sacarlo en el tiempo de adición para alinear a Gastón Togni, en un caso raro de un futbolista que ingresó para salir antes de que finalice el partido.
Roa, que estaba en duda para el partido y al final llegó a ser convocado, no solo no aportó para el equipo, sino que fue responsable del empate de Vélez. No es la primera vez que el Parcero entra y, pese a la calidad que se le conoce, no gravita en absolutamente nada. Apenas algunas pinceladas en algunas ocasiones, y en el José Amalfitani ni siquiera hubo eso. Solo el costo de su pase explica que sea tenido en cuenta.
Fuente Infierno Rojo
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