Pusineri habló y mucho con los juveniles, entre ellos con
Alan Velasco. (Foto: Javier González Toledo).
Por Favio Verona
El técnico dispuso dos horas y media de ensayos de fútbol en
espacios reducidos y duros ejercicios físicos para empezar a darle ritmo al
equipo. Olé te cuenta al detalle la exigente metodología de trabajo que empezó
a mostrar.
No hubo piedad para nadie. El primer entrenamiento de Lucas
Pusineri al frente de Independiente estuvo marcado por un nivel de intensidad
muy alto. El flamante entrenador quiere un conjunto con un ritmo demoledor,
algo que no se vio durante un 2019 en el que el Rojo no cumplió ninguno de los
objetivos planteados. El técnico ya comenzó a trabajar para cambiarle la cara
al equipo. A pesar del clima tórrido que calcinó a todos en el predio de Villa
Domínico, la vara de la exigencia no bajó en ningún momento.
El DT dispuso más de dos horas y media de fútbol en espacios
reducidos y trabajos físicos para comenzar a esculpir su obra. Sabe, en
definitiva, que deberá trabajar a contrarreloj para imprimir su sello: faltan
apenas 16 días para el debut oficial, que será el domingo 19, ante River.
Pusineri delimitó una cancha de 40 metros por 20 y armó
grupos de cinco. Dividió el ensayo en módulos de 20 minutos en los que, ante la
pérdida, cada equipo debía encargarse de recuperar la pelota mediante la
presión coordinada mientras el grupo que tenía la posesión tenía el objetivo de
mantenerla. El ejercicio tuvo como objetivo primordial generar una dinámica
permanente para promover el desmarque, aceitar la circulación y apuntalar el
control orientado con el fin de descargar a uno o dos toques como máximo. La
meta fue tratar de agilizar la toma de decisiones ante el asedio constante del
adversario. Los ayudantes de campo de Pusi, Rubén Tanucci y Matías
Villavicencio, fueron quienes más arengaron a la tropa para no bajar el ritmo
ni un segundo. Mientras tanto, el entrenador se encargó de tomar apuntes en una
tablet. Sus analistas de videos, Lucio Stortoni y Jonathan Galvis, capturaron
imágenes que luego serán editadas para el análisis minucioso, que también
comprenderá los datos recolectados por Christian Belleri.
Fueron varias las charlas que Pusineri mantuvo con los
juveniles, a quienes les dará protagonismo durante su ciclo. Facundo Lando,
Thomás Ortega, Sergio Barreto, Lucas González y Alan Velasco fueron algunos de
los pibes de la cantera que charlaron largo y tendido con el entrenador.
Mientras algunos grupos realizaban fútbol en espacios
reducidos, otros desempeñaban duras tareas físicas. Prácticamente no hubo
intervalos de descanso.
Pusineri empezó con todo.
Fuente Olé
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