Por Martín Rubino
Tras su debut, nada más y nada menos que ante Racing, el
Ruso tendrá su primera semana de trabajo entera pensando en River, pero ya sabe
que no podrá repetir los mismos once que en el clásico.
El debut de Ricardo Zielinski como entrenador de
Independiente se dio en una situación muy atípica. El Ruso debutó, nada más y
nada menos, que en un clásico de Avellaneda. A su vez, tuvo apenas dos
prácticas y debió saltar a la cancha. Poco trabajo y mucha responsabilidad,
pero las ideas parecieron ser claras: orden e intensidad.
El flamante entrenador del Rojo no hizo inventos raros.
Plantó un 4-4-2, pensó en un equipo que respondiera desde lo físico y apostó
por el doble nueve en ataque. En defensa, una zona que venía dejando mucho que
desear, puso a Barreto y Báez en el centro de la defensa y Gómez y Costa en los
laterales.
Y en conferencia de prensa, Zielinski valoró la entrega de
sus dirigidos:
“El equipo se rompió el alma y no negociaron la actitud”.
Ambos marcadores de punta levantaron su nivel respecto a lo
que venían demostrando. Otra similitud es que ambos terminaron amonestados. Y
la amarilla de Ayrton Costa fue la quinta, es decir que deberá cumplir una
fecha de suspensión y no podrá estar presente ante River en el Monumental, el
próximo domingo.
Esta situación repercute directamente en el armado de
Zielinski. A priori, la variante fácil lógica sería que Damián Pérez se meta en
el equipo y ocupe el lugar que quedará vacante ante la suspensión de Costa. Sin
embargo, y con más tiempo de trabajo, dependerá del entrenador decidir si se
inclina por esa opción o si se termina decidiendo por otra alternativa.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.