Por Ezequiel Roldán
Independiente cayó ante Estudiantes de La Plata 2 a 1 en el
Estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini por la fecha 10 de la
Liga Profesional de Fútbol. Dentro de un mediocre nivel colectivo, a
continuación, repasamos el rendimiento individual de los futbolistas del
"Rojo".
Rodrigo Rey (5): casi no tuvo trabajo. Sin responsabilidad
en el gol, su tarea se limitó a despejar centros aislados, a interrumpir un
posible mano a mano, tapar un débil remate de Matías Godoy y rechazar los
balones que los defensores no sabían cómo sacar limpiamente de la zona baja.
Cristian Báez (3): cometió un error fatal en la jugada que
finalizó en el primer gol del "Pincha". Rechazó mal y se la sirvió a
Jorge "Corcho" Rodríguez para que ejecute la volea en el área del
"Rojo". Además, hizo la falta que resultó en el segundo tanto del
rival. Le costó horrores pasar al ataque.
Sergio Barreto (4): quedó pagando en la primera situación de
riesgo que generó el "León" cuando Santiago Ascacíbar estrelló su
remate en el travesaño. Se lo vio descoordinado junto con su compañero de zaga
aunque no sufrió en los duelos mano a mano. No supo practicar ninguna salida
clara para comenzar un ataque propio.
Edgar Elizalde (3): se lo notó desorientado para el
retroceso y para la marca sobre el final del partido. No encimó nunca a Mauro
Boselli, lo dejó manejar la pelota tranquilamente. Abusó del pelotazo. Como si
fuera poco, quedó mal parado en el gol de Zaid Romero. Cuando llegó a cabecear
el central visitante, el Uruguayo estaba ubicado un metro por delante de él.
Damián Pérez (5): fue de lo mejor en la defensa del
"Rojo". Tuvo un cruce providencial ante Benjamín Rollheiser en el
primer tiempo. No sufrió los embistes del rival por su banda y se animó a
llegar al área contraria en escasas ocasiones.
Sergio Ortíz (4): como siempre, destaca más por su marca que
por su manejo de pelota. Falló muchos pases simples y cortos. No ayudó a
mantener la posesión aunque fue el único volante que colaboró en la
recuperación.
Iván Marcone (3): nunca se hizo cargo de la salida del
equipo. No encontró callejones interiores por los cuales filtrar cesiones a los
delanteros o a los internos. Retuvo mucho el balón en sus pies, le costó
descargar con rapidez. Ni siquiera se lo vio animoso en sus reclamos o en su
espíritu como lo suele demostrar.
Kevin López (4): acumuló más desaciertos que buenas jugadas,
pero fue el único que se ofrecía como opción constantemente y que volvía a
intentar tras una equivocación. Muchas veces, se apresuró para tomar decisiones
cuando tenía más tiempo para pensar y ejecutar. Impreciso.
Baltasar Barcia (4): estuvo errático en los pases;
desperdició los pocos contragolpes que comenzó el "Rojo" por su
sector, pero, así como Rambert, se vio perjudicado por el posicionamiento del
equipo. Se preocupó más por marcar que por jugar.
Martín Cauteruccio (4): una y otra vez, la mayor víctima del
flojísimo nivel del equipo. Aislado completamente, se peleó con los tres
centrales de Estudiantes sin éxito. A contramano de sus características, lo
buscaron demasiado con pelotas largas al vacío inalcanzables para el delantero
de 36 años.
Tomás Rambert (5): debutó como titular en un contexto hostil
y complicado. Debió preocuparse más por retroceder y atender las subidas de Leonardo
Godoy y Emmanuel Mas que por desequilibrar en la faceta ofensiva. No pudo
desarrollar el juego que venía mostrando en Reserva.
Matías Giménez (6): su ingreso y el de Rodrigo Atencio le
dieron frescura al equipo por tan solo unos minutos. Gestó dos buenas apiladas
individuales y peleó hasta el final del partido. Entró con un Independiente
alicaído, perdido y a la deriva.
Rodrigo Atencio (6): otro pibe de la Reserva que entra en un
contexto desfavorable. Aún así, le impregnó otra actitud a sus compañeros por
un rato. Luego, cayó en las imprecisiones y la desesperación generalizadas del
equipo.
Braian Martínez (-): tiró el centro que resultó en el gol
del "Rey de Copas" y, con pocos argumentos y poco tiempo en la
cancha, demostró mucho más que otros que jugaron los 90 minutos.
Martín Sarrafiore (-): la pelota casi que no pasó por él en
los minutos que estuvo en el campo.
Fuente De la Cuna al Infierno
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