El domingo por la noche, Independiente volvió a marcar
terreno en Avellaneda. Con el gol de Silvio Romero, volvió a demostrarle a
Racing quién es el dueño de la ciudad, y cortó una racha de tres Clásicos
perdidos. Sin embargo, no es lo único que rompió, sino que consiguió algo más.
Si en algo flojeó el Rojo a lo largo de los últimos once
años, eso fue el torneo local. En el ámbito doméstico, nunca lograba adueñarse
de la cima en soledad, más allá de alguna que otra ocasión en que la compartió
con otro equipo. Para tomar una real dimensión del tiempo que pasó, el más
grande no quedaba puntero desde la fecha 13 del Clausura 2010, cuando cayó 2-1
con Gimnasia en La Plata. En la jornada siguiente, perdió 1-0 con San Lorenzo,
y desde ahí nunca más pudo ponerse como único líder de un campeonato.
En el medio, pasaron 4138 días, 333 fechas y trece
entrenadores: Daniel Garnero, Antonio Mohamed, Ramón Díaz, Cristian Díaz,
Américo Gallego, Miguel Ángel Brindisi, Omar De Felippe, Jorge Almirón,
Mauricio Pellegrino, Gabriel Milito, Ariel Holan, Sebastián Beccacece, y Lucas
Pusineri. Finalmente, Julio César Falcioni rompió ese maleficio.
Pueden gustar o no las formas, pero el Diablo cortó esa
racha con un plantel menor a varios que ha tenido a lo largo de la última década,
casi sin recambio, algo que realza lo conseguido. Sin suerte en la Copa
Argentina y en la Sudamericana, el más grande trepó silenciosamente a la cima,
y quedó como el único invicto del torneo.
Fuente Infierno Rojo
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