Independiente le ganó 1-0 a Villa Mitre sin discusión en un
partido que podría haber terminado 4-0. Sin embargo, otra vez hay que caer en
la actuación del árbitro, esta vez en la de Ariel Penel. Los bahienses pegaron
en reiteradas ocasiones y el colegiado perdonó en varias ocasiones a un equipo
que debió haber quedado con un jugador menos como mínimo.
Hay dos jugadas claras que resumen lo que fue el adversario
y la vara del juez para medir sus acciones. La primera fue casi a los 4 minutos
del complemento, cuando Lucas Romero tocó para Fabricio Bustos. El Tractor
estaba por recibir cuando, de repente, Nicolás Palacio trabó mal y dejó al
futbolista del Rojo en el piso. La infracción era de amarilla, pero el referí
interpretó que no era necesario.
Más tarde, a los 13 minutos de la segunda mitad, Andrés Roa
se encontraba atacando. Cuando el colombiano perdió la pelota en ataque, atrás
estaba Lucas González para recuperarla, pero entonces Víctor Manchafico se tiró
con la plancha y le dio de lleno en el tobillo. Era una clara tarjeta roja,
pero ahora si Penel consideró que una simple amonestación era lo que
correspondía. ¡De no creer!
Fuente Infierno Rojo



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