Es sabido que la situación de Independiente es muy delicada.
Hoy el club debe afrontar una deuda de 4,4 millones de dólares entre montos que
les debe a Defensor Sporting por Carlos Benavídez, a Torino por Gastón Silva y
a Francisco Silva. Si bien una parte se presupone que se abonará con los
ingresos de socios.com, solo será con la del lateral por izquierda, mientras
que las otras dos aún no se sabe.
Es decir, hoy el Rojo no puede incorporar futbolistas, y
desde la dirigencia solo hay un plan para abonar una parte de lo que se debe,
sin contar que todavía hay que seguir pagando cuotas para terminar de pagarle a
América. Lo cierto es que todas esas deudas fueron contraídas durante el
segundo mandato de los Moyano, quienes supieron vanagloriarse de sus primeros
logros para derrapar después y caer de nuevo.
Como si fuera poco, y en diálogo con La Visera, Héctor
Maldonado minimizó la ausencia de Hugo Moyano: «Moyano arregla muchas cosas con
un llamado telefónico, no necesita estar presente en el lugar«.
¿Qué es, entonces, lo que se arregló hasta el momento? ¿No
era que Independiente iba a ganar los juicios en FIFA?
Es decir, mientras que en el Rey de Copas cada día aparece
una deuda nueva, la Comisión Directiva sigue creyendo que a la institución se
la puede manejar a distancia, como si no fuera importante estar presente. Hoy
el club está inhibido por una deuda menor al total que debe afrontar, ya que
hay que sumar también la deuda con los mexicanos y la demanda por seis millones
de dólares que inició Gonzalo Verón, en la cual el Rojo fue declarado en
rebeldía por no presentar su defensa a tiempo. Además debe combatir también el
faltante de los sueldos a los futbolistas durante 2020.
Hoy, Independiente está a la deriva, y los responsables
admiten que ni siquiera están en Mitre 470.
Fuente Infierno Rojo
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