Por Santiago Hanimian
En el partido ante Newell’s, Silvio Romero reafirmó una
función distinta a la que venía cumpliendo anteriormente. ¡Mirá de qué se
trata!
Ante la ausencia de Alan Velasco por COVID-19, el capitán de
Independiente se ve obligado que bajar más para entrar en contacto con la
pelota, ya que no hay un jugador que traslade el balón hasta su posición. Es
por eso que en el encuentro ante la Lepra, Silvio Romero descendió algunos
metros, pero esta vez lo hizo mejor y con más criterio que otras veces.
El ex goleador de Lanús rebotó bien la pelota y su objetivo
siempre fue habilitar a Sebastián Palacios, a quien asistió bien en el 0-1
parcial, y Jonathan Menéndez, aunque esto lo perjudica un poco, debido a que
tarda en llegar al área para poder definir él, como pasó al final del primer
tiempo, tras el centro del Tucu.
En los cuatro partidos que disputó de la Copa de la Liga,
entre los que anotó un gol y brindó una asistencia, Romero realizó el 80% de
los pases que intentó, y sus habilitaciones son cada vez más claras y ayudan a
crear más situaciones de gol, de las cuales generó tres en la actual
competición.
Sabiendo que la Joya seguirá de baja por unos días más, el
ex Instituto tendrá que seguir con este nuevo rol, el cual podrá seguir
perfeccionando, a menos que Julio César Falcioni meta a alguien de las
características del juvenil de 18 años como Andrés Roa, por ejemplo, quien
ingresó bien en Rosario.
Fuente Infierno Rojo


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