Independiente está en un momento en el que todo es prueba y
error. Cada movimiento es barajar y dar de nuevo, como si lo hecho
anteriormente hubiera estado mal, porque es un equipo que perdió la base y
busca recuperarla. Como en cada proyecto nuevo, primero se buscan los
artífices, y eso involucra probar quiénes pueden aportar y quienes no al juego
del entrenador.
Lo cierto es que Pablo Hernández es un jugador por el cual
se esperó mucho tras su lesión, y Andrés Roa estuvo a punto de irse hasta que
intercedió Faryd Mondragón, pero ninguno de los dos logró asentarse en el
equipo hasta ahora y en el último encuentro, Lucas González y Alan Soñora
ocuparon sus lugares. Probablemente lo mismo le pase a Domingo Blanco, que
arrancó siendo suplente, Lucas Pusineri le dio la titularidad y aún no logra
cumplir con las expectativas.
El mediocampista arrancó en el banco en los encuentros de la
Sudamericana con Atlético Tucumán, y en la Copa de la Liga fue titular en los
tres partidos, habiendo sido reemplazado en dos de ellos. Al volante llegado de
Olimpo le está costando asentarse entre los once iniciales e Independiente lo
siente a la hora de atacar, ya que ensucia las jugadas y el Rojo no logra
desarrollarlas bien para llegar al arco rival. Con este panorama, Brian
Martínez es una opción que cobra fuerza para formar parte del equipo.
Ante esta circunstancia cabría preguntarse si Pusineri
tomará la misma decisión con él que con el Tucu y el colombiano. Lo único
cierto por el momento es que, si Blanco llega a ser de la partida el próximo
sábado con Central Córdoba, probablemente no lo vaya a ser con Fénix, justo
cuando el director técnico piensa tirar toda la carne al asador.
Fuente Infierno Rojo
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