Independiente atraviesa una crisis institucional, económica
y deportiva, aunque a algunos no les convenga admitirlo. Se ve reflejado en el
campo de juego, donde muchos juveniles están haciendo sus primeras apariciones
y tapando baches de millonarios que se fueron por la puerta de atrás. No como
proyecto, sino como urgencia.
El primer en reconocerlo es el DT, que trabaja día a día y
conoce los bueyes con los que ara:
«Sabemos que tenemos que mejorar en lo colectivo. Tenemos un
plantel muy corto y con muchos jóvenes y a estos jugadores hay que verlos».
«Están dando sus primeros pasos, haciendo sus primeras armas
a los que acompañar», agregó en la última conferencia de prensa, post 0-0
contra Central Córdoba, siendo objetivo y admitiendo que forma parte de un
proceso de reconstrucción. No menosprecia a sus futbolistas, sino que
simplemente pone las cosas en la medida justa.
Sin embargo, el 16 de octubre -en medio de un mercado donde
el Rojo sacó 23 contratos-, Pablo Moyano declaró todo lo contrario, simplemente
para responder a las críticas: «Le digo a los hinchas de Independiente que
hemos conformado un plantel bárbaro y que tenemos un técnico laburador».
Días atrás, el vicepresidente del club había manifestado:
«Con la llegada de Jorge Burruchaga hemos logrado que el plantel vuelva a
unirse. Se quedaron los que estaban convencidos de hacerlo, más los 4 refuerzos
que llegaron y por todo esto estamos muy ilusionados».
Probablemente haya que poner la expectativa en su nivel
justo y no crear falsas ilusiones. Entender que este es un Independiente que
atraviesa una tormenta y, con lo que tiene, Pusineri intenta navegar aguas
turbias. Se viene Fénix por la Copa Sudamericana y todos los cañones apuntan a
superar una fase y seguir construyendo.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.