Muchísimos días han pasado desde aquel Independiente 1 Vélez
0, en una copa que duró menos de una fecha y fue interrumpida por la pandemia.
El fútbol argentino volvió a ponerse en marcha, al igual que los torneos
internacionales, y en el medio el Rojo debió refundarse tras la salida de medio
plantel.
Pero el rearmado no es nada sencillo. Cuatro refuerzos, la
aparición de varios juveniles y el regreso de algunos jugadores que se habían
ido a préstamo colaboraron para que Lucas Pusineri complete un plantel que
necesita trabajo y tiempo. El problema es que muchas veces estas dos cosas no
son compatibles.
Después de los amistosos contra Gimnasia y Esgrima de La
Plata, Deportivo Morón y Banfield, el cuerpo técnico coincidió en que era
preferible realizar una introspección, esforzarse puertas adentro y profundizar
en conceptos que aún no están incorporados.
Aunque fueron partidos preparatorios, Independiente quedó
expuesto en sus falencias y el DT entendió que lo mejor es simplemente
practicar en la soledad de Villa Domínico hasta que se confirmen los cruces por
los puntos.
«Queremos enfocarnos», dijeron a InfiernoRojo desde el seno
del predio. El Rojo necesita crear sociedades bajo un sistema que abarque los
talentos con los que cuenta este plantel y baje el margen de error lo maximo
posible. Además, la importancia de mantener el ánimo de un vestuario que hace
tiempo no encuentra el rumbo y lentamente comienza a regenerarse.
Mientras tanto, Independiente ya sabe que por la Copa de la
Liga Profesional integrará la Zona 2 junto a Defensa y Justicia, Central
Córdoba y Colón. Por otro lado, aguarda el sorteo de la Copa Sudamericana
(próximo viernes al mediodía) para saber qué rival le tocará en la fase
siguiente.
Fuente Infierno Rojo
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