Independiente derrotó a Atlético Tucumán por 1-0 en el
Libertadores de América en el primer partido de la segunda fase de la Conmebol
Sudamericana. El gol lo hizo Silvio Romero, desde el punto del penal.
Tras casi siete meses sin que Independiente vuelva a
reencontrarse por los puntos, el Rojo sacó una ajustada victoria por 1-0 ante
Atlético Tucumán, en Avellaneda. El saldo final del resultado dejó un gusto
amargo por el flojo rendimiento del equipo, la ineficacia defensiva, la corta
ventaja y lo peor: no haber aprovechado el hombre de más.
El principio del partido tuvo una connotación compleja para
Independiente, que le costó adueñarse del balón y Atlético Tucumán parecía
empezar mejor. Sin embargo, con el correr de los minutos, la tortilla se dio
vuelta y el Rojo comenzó a tener claridad a través de la aparición de Pablo
Hernández, quien buscó encontrarse con los volantes. Jonathan Menéndez y Alan
Velasco, a pesar de no tener mucha trascendencia, pusieron en alerta a la defensa
visitante cada vez que atacaban.
Hasta que a los 24 minutos de la primera parte, llegó la
diferencia. Federico Martínez, de flojo partido, encaró por el borde izquierdo
del área, adelantó mal la pelota, pero tras una llegada tarde del defensor del
Decano, el árbitro no dudo y pitó penal en favor de los de Avellaneda. La
redonda la tomó decididamente Silvio Romero, quien tres minutos más tarde, le
cambió el palo a Cristian Luchetti y con categoría, abrió la cuenta en el
Libertadores de América.
Sin embargo, el gol de Independiente pareció no haberle dado
confianza, todo lo contrario. El conjunto de Ricardo Zielinski se adueñó de la
pelota y puso en peligro a la ineficaz defensa roja. A los 31 minutos, tras una
interesante combinación colectiva de los tucumanos, Alan Franco y Alexander
Barboza dejaron un hueco que aprovechó Lucas Melano, quien remató con fuerza al
segundo palo de Sebastián Sosa para que este se luja y mande la pelota al
córner. Tras otras llegadas peligrosas y fáciles para el Decano, la cortina del
primer tiempo se cerró.
El complemento arrancó algo similar a la primera parte, sin
un dueño claro. Sin embargo, pocos minutos después, Ramiro Carrera cometió una
dura infracción a Pablo Hernández y el juez decidió expulsarlo. Atlético
Tucumán se quedó con diez jugadores y el empate parecía más complicado.
Independiente empezó a tener más espacios, que no pudo aprovechar por
ineficiencia de los delanteros. Lucas Pusineri decidió poner a Domingo Blanco y
Andrés Roa para romper esas líneas que no podían ser aprovechadas ante el
hombre de más, pero a pesar de algunas interesantes apariciones del exDefensa y
Justicia, el elenco local no aprovechó la ventaja numérica.
Tras siete meses sin jugar por los puntos, Independiente
volvió a ganar, como ante Vélez en aquel lejano 15 de marzo antes del parate
por la pandemia del SARS-COV-2. Sin embargo, se notó un claro retroceso en lo
futbolístico. El equipo sufre muchísimo defensivamente y no tiene ideas cuando
llega a tres cuartos. Pocas cosas para destacar de una victoria que si bien
sirve en lo anímico, deja mucho por analizar. El Rojo tendrá que buscar la
clasificación el próximo jueves en el Monumental José Fierro, con la ilusión de
volver a eliminar a Atlético Tucumán y encaminarse a lograr un objetivo que, a
priori, es muy lejano. ¡Salgan a relucir la mística copera!
Fuente Infierno Rojo
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