Por Guido Sacarelo
Independiente ganó como local 2-1 ante Vélez. En LocoXelRojo
repasamos las claves de la victoria.
Regaló un tiempo: el Rojo mostró sus dos caras. En el primer
tiempo, la de un equipo apático que cometió muchos errores y por más que
intentará, no llegaba a elaborar jugadas de peligro. El segundo tiempo mostró
una gran intensidad para llevarse por delante al rival y dar vuelta un
encuentro que había dejado preocupado a todos en la primera etapa.
Errores defensivos: pagó caro el querer salir jugando y
nuevamente, como en otros tantos partidos, el rival se encontró con un gol tras
un pase al medio de Fabricio Bustos y un exceso de confianza de Juan Sánchez
Miño en la recepción del mismo. Agustín Bouzat asistió a Leandro Fernández y
éste se fue solo de cara al arco.
El sobreponerse a la adversidad: si hay algo que se le
criticó a este Independiente a lo largo de todo el semestre es el recibir un
gol y que se quede sin argumentos ante el rival. Ante Vélez eso sucedió solo en
la etapa inicial ya que en el segundo tiempo se vio otra cara del equipo que,
además de darlo vuelta, mostró varios buenos pasajes de fútbol.
Puntos altos en las individualidades: Silvio Romero, quien
venía siendo duramente cuestionado, redondeó un gran partido en el que gritó el
gol del empate parcial con alma y vida. Emanuel Brítez, quien no estaba
teniendo rodaje, jugó un muy buen partido sacando todo y Cecilio Domínguez
volvió a demostrar que es el mejor refuerzo en lo que va del año.
Los cambios: El ingreso de Fernando Gaibor por Gastón Silva
en el entretiempo le dio al equipo más peso en la ofensiva y claridad en los
últimos ¾ de cancha. A los 11 minutos también ingreso Martín Benítez por
Francisco Pizzini (quien tuvo un mal partido). Rápidamente Martín ayudó mucho
al equipo al mostrarse constantemente como opción en ofensiva.
Fuente LxR
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