Independiente perdió otra vez un encuentro que tenía
controlado por dos lamentables jugadas específicas de errores individuales. En
InfiernoRojo analizamos las claves que llevaron al 3 a 0 final.
Desarrollo parejo y falta de eficacia: El encuentro se dio
como típico clásico. Muy aguerrido y áspero. River tuvo una ráfaga importante
en el primer tiempo que no pudo concretar e Independiente tuvo otra similar en
el segundo tiempo, que tampoco pudo concretar.
Error #1: Parecía que estaba al caer el gol del Rojo. El
local estaba desconcertado y los de Ariel Holan le metieron tres situaciones de
peligro en pocos minutos. Y llegó el primer error de la tarde. Una pelota
llovida al área que Fabricio Bustos no despeja y le deja servida al recién
ingresado Julián Álvarez termina en la apertura del marcador para River.
Error #2: Si ya de por sí un error individual golpea a todo
el equipo, lo real es que futbolísticamente Independiente tenía argumentos para
emparejar el partido. Pero doce minutos después llegó el segundo error. Martín
Campaña quiso salir con un pase, la regaló y tuvo que terminar cometiendo
penal.
Sin recambio: El hecho de haber realizado dos cambios antes
del arranque del segundo tiempo dejó a Independiente con una sola variante para
revertir un panorama complicado. La entrada de Francisco Pizzini no modificó el
rendimiento del equipo de ninguna manera.
Equipo roto: Con el 2 a 0 en contra por errores individuales
y la falta de respuesta en lo colectivo, el equipo se desmoronó y terminó
recibiendo un tercer tanto y la expulsión de Nicolás Figal por una patada
descalificadora.
Fuente Infierno Rojo


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