Ariel Holan deberá aprovechar la pretemporada para decidir
quién va a reemplazar a Maxi. No dispone de un jugador que reúna sus
características.
Braian Romero Foto Marcelo Carroll
Por Favio Verona
Cuando Emiliano Rigoni fue transferido al Zenit de Rusia a
mediados de 2017, Maxi Meza, quien hasta ese momento venía siendo suplente, se
erigió como su reemplazante. Y su aporte terminó siendo fundamental para
levantar la Copa Sudamericana: convirtió un golazo en la final de ida ante
Flamengo (2-1). Luego de la consagración en Río de Janeiro, Nicolás Tagliafico
se marchó al Ajax de Holanda y Ezequiel Barco emigró a Estados Unidos para
sumarse a Atlanta United.
El equipo nunca logró reponerlos. Gastón Silva y Juan
Sánchez Miño no pudieron amortiguar el impacto de la salida del capitán.
Y nadie pudo aportar lo que garantizaba el Turri: rebeldía,
gambeta corta, vértigo y cambio de ritmo. A pesar de las bajas, el Rojo tuvo
partidos de alto nivel. Aunque pasó a ser un conjunto de momentos y la
irregularidad fue un sello distintivo del año que está finalizando.
Con la partida de Maxi Meza a Rayados de Monterrey, Ariel
Holan deberá afrontar el desafío de tapar el cráter que dejará su ausencia. No
dispone de un futbolista que reúna las características del jugador que partió a
México.
Independiente ganó dinero, pero perdió a un volante creativo
que sabe moverse por todo el frente de ataque, que supo desenvolverse como
extremo por ambas bandas e incluso en la función de doble cinco adelantado. El
técnico se quedó sin un jugador polifuncional que contribuía a la fabricación
de espacios y que no les brindaba referencias a sus marcadores.
Braian Romero, quien se adapta a jugar de extremo por ambas
bandas, es quien hoy corre con ventaja. Cerró bien el semestre y el entrenador
piensa empezar a darle más minutos. No tiene la capacidad de creación de Meza,
pero es generoso en el despliegue para ubicarse por detrás de la línea ante la
pérdida.
Cerutti, Verón y Pizzini corren de atrás y podrían ser
cedidos a préstamo, mientras que Gaibor y Hernández pueden ir por el centro,
una función que Maxi también ha cumplido.
A la Meza por ahora le falta una pata.
Fuente Olé
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