El plantel se va a someter a un test que emplea el ejército
de USA para personalizar la dieta y bajar el riesgo de lesiones musculares.
Por Favio Verona
No es ninguna novedad sostener que Ariel Holan es afín a la
parafernalia tecnológica. Diariamente trabaja equipado con un ejército de
drones que custodian todos los entrenamientos, emplea sistemas de GPS para
medir el recorrido de cada futbolista y dosificar las cargas, durante los
partidos cuenta con una red de datos online que le provee información sobre el
rendimiento de todos los jugadores y a la hora de moverse en los mercados de
pases se ampara en un software que colabora en la búsqueda de potenciales
incorporaciones en función de las características deseadas. En tiempos de
hiperconectividad, el Profesor intenta exprimir al máximo las herramientas que
le brinda la ciencia aplicada al deporte.
Y se respalda en esos soportes para preparar cada encuentro.
En esta pretemporada, el técnico volverá a hacer de las suyas: someterá al
plantel a una serie de análisis biométricos con el fin de establecer una dieta
personalizada para cada uno de sus dirigidos. El objetivo del sistema que se va
a emplear es reducir el riesgo de lesiones musculares.
El test que se le realizará al plantel se llama ALCAT y
desde hace varios años es empleado por los cuerpos de elite del ejército de
Estados Unidos.
Independiente será el primer equipo de fútbol profesional
del país que lo va a implementar. A partir de los resultados que arroje, se
confeccionará una dieta específica para los jugadores.
El test permite detectar la intolerancia que cada organismo
puede tener a 150 alimentos y a unas 50 sustancias de consumo habitual como
colorantes, edulcorantes, aditivos y conservantes que están presentes en una
gran cantidad de productos que se ofrecen en las góndolas de los supermercados.
La idea es adecuar la dieta de cada integrante del plantel
en relación a su biotipo físico y detectar qué alimentos puede procesar con
mayor eficiencia. La finalidad es optimizar el rendimiento y mejorar la
recuperación de las fibras de contracción rápida y lenta que componen los distintos
grupos musculares. En definitiva, se impondrán listas personalizadas de
alimentos e ingredientes para favorecer a la síntesis de proteínas y se
especificarán tiempos exactos entre cada ingesta calórica previa y posterior al
ejercicio de alta intensidad. Los procesos estarán controlados a diario
mediante análisis de la composición de la masa corporal y habrá pesajes
estrictos.
El que va a tener mucho trabajo es el cocinero del club:
deberá adecuar los almuerzos a las necesidades de cada futbolista.
El Rojo arrancará el 2019 con hambre de gloria. Y quiere
alimentar la ilusión.
Fuente Olé
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