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domingo, 1 de julio de 2018

El pibe de Independiente que les cumplió a sus padres el sueño de la casa nueva

Alan Franco es una pieza clave en la defensa del equipo de Ariel Holan y tras un año y nueve meses en Primera pudo mejorar la calidad de vida de su familia.

Alan Franco celebra el título de la Sudamericana en el Maracaná. (Marcelo Carroll)

En la garganta del diablo número dos del Libertadores de América, se ubica la familia de Alan Franco. Desde el césped, el joven defensor y sus afectos practican una especie de ritual: antes del pitazo inicial y una vez concluido el partido, divisa a la familia y agita su mano en reiteradas ocasiones, como símbolo de confianza y complicidad. Así fue, desde su primera aparición, en abril de 2017, cuando Independiente se enfrentó a San Martín de San Juan, y aún permanece vigente.

Franco pudo cumplir el sueño a su familia, objetivo principal desde que irrumpió en Primera: construir una nueva casa, para que sus padres Estela y Javier y sus hermanas menores Abril y Delfina, puedan vivir más cómodos y tranquilos.

Su mamá Estela no pudo evitar la alegría y compartió en Instagram una foto de las llaves de la nueva casa, acompañado de un texto con agradecimiento incluido para Alan.


Alan Franco y el sueño cumplido

La realización de este sueño no tiene ni un gramo de casualidad: Alan es uno de los pilares del equipo y para Independiente representa un gran patrimonio. Tal es así que la dirigencia decidió el pasado abril extenderle el contrato hasta 2022 con una cláusula de rescisión de 20 millones de dólares, que forjó gracias a sus muy buenas actuaciones y a una personalidad imponente dentro del campo de juego.

Alan Franco y Leonel Miranda, ex jugador de Independiente.

La llegada del defensor de 21 años al plantel superior se dio de la mano de Ariel Holan y gracias al buen trabajo de Fernando Berón, el hombre que está encargado de la Reserva del Rojo. Franco arribó al club proveniente de San Telmo, donde se desempeñaba principalmente como volante central. Desde su desembarco en el Rey de Copas se hizo un lugar como defensor central y fue en esa posición donde llamó la atención de Holan y su cuerpo técnico.

Al cabo de nueve meses de su debut en Primera, Franco se erigió como una pieza clave e inamovible para el equipo, incluso ante la incorporación de Fernando Amorebieta, de larga trayectoria y vasta experiencia en el fútbol español. El chico criado en Dock Sud se mostró con aplomo y tuvo buenos rendimientos en momentos decisivos: fue una de las figuras en el mismísimo estadio Maracaná, en la segunda final ante Flamengo, donde el Rojo conquistó la Copa Sudamericana. Y en febrero fue el estandarte de la defensa por la Recopa Sudamericana ante Gremio -el Rojo cayó por penales- y en el Arena do Gremio, repleto de hinchas del equipo de Porto Alegre.

Alan Franco con la Copa Sudamericana. (Pedro Lázaro Fernández)

Ahora, con apenas un año y un puñado de meses en Primera, desde Europa se tientan con contratar los servicios de Franco. Y hasta el propio Jorge Sampaoli mencionó alguna vez que seguía de cerca su rastro para sumarlo a la Selección. Por Avellaneda conocen bien su valor futbolístico. Pero más inflan el pecho por ese pibe que luchó por mejorar el bienestar de su la familia y que sigue soñando con los pies en la tierra. 


Fuente Olé

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