El equipo quedó fuera de la zona de la Copa Libertadores. Y
además no encuentra el rumbo futbolístico.
Rostros serios. Perder con Defensa y Justicia fue duro.
El presente de Independiente es inesperado, al menos para la
mayoría del mundo rojo. La afirmación toma fuerza si se la compara con la
manera en la que finalizó 2017: la obtención de un título internacional reflejó
el muy buen juego colectivo conseguido acompañado de grandes individualidades.
La derrota del lunes ante Defensa y Justicia significó un golpe duro para las
aspiraciones de Ariel Holan y sus muchachos de mantenerse en zona de
clasificación a la Copa Libertadores (quedó sexto, a un punto de Huracán).
Aunque ese punto sea el que menos le preocupa al DT, que se
mostró autocrítico luego del 1-0.
“Cuando no pateás al arco es muy difícil ganar un partido;
no fue un tema de eficacia. Ellos tuvieron una situación y la aprovecharon,
pero nosotros no tuvimos ninguna. Nos está costando mucho encontrar argumentos
para quebrar al rival cuando se repliega. Es una picardía dejar pasar estas
oportunidades“, aseguró.
Los números ayudan a entender la realidad de Independiente:
perdió en cuatro de los últimos cinco encuentros como local, marcó un sólo gol
y, además, extravió su línea de juego. El agobio que proponía el equipo a sus
rivales desde la intensidad y dinámica parece haberse esfumado. Y los refuerzos
todavía no rindieron acorde a las grandes cifras desembolsadas por sus
transferencias.
“Comienza un minitorneo de 9 puntos”, dijo Holan, quien
deberá barajar y dar de nuevo.
Fuente Clarín
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