Echenique falló en faltas menores y dejó pegar, pero acertó
en las jugadas decisivas en las dos áreas.
Todo Huracán contra Echenique. (Maxi Failla)
Así como los delanteros se evalúan por los goles importantes
y los arqueros, por las atajadas determinantes, la tarea de los árbitros se
juzga por los fallos decisivos. Por eso, si bien Fernando Echenique fue
demasiado permisivo con el juego brusco (sólo amonestó a Risso y Marcos Díaz
por protestar) y se equivocó en no sancionar varias faltas sobre todo en la
mitad de la cancha, acertó en las dos jugadas que influyeron en el resultado:
las manos de Nervo (Huracán) y Franco (Independiente) en las áreas.
En la primera acción, el defensor del Globo ocupó un espacio
excesivo con su brazo extendido del cuerpo y hasta hizo un movimiento (aunque
sea mínimo) para interrumpir el centro de Barco: el árbitro sancionó bien el
penal. En cambio, a Franco la pelota le rebotó en el brazo izquierdo tras una
mala recepción con la pierna derecha: fue totalmente accidental, no cortó
ninguna acción peligrosa del rival ni sacó ventaja. El siga siga fue correcto,
pese a los reclamos.
Fuente Olé
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