Nadie esperaba esta resolución, ni tan rápida ni tan
favorable
Por Alejandro Casar González y Fernando Czyz
Messi, en la práctica de hoy, en Barcelona. Foto: AFP
Islas Feroe, Bermudas, Guam e Islas Fiji. Cuatro países,
muchas islas. Tres paraísos fiscales (sólo Guam no lo es). De allí provienen
los cuatro integrantes de la Comisión de Apelaciones de la FIFA que hicieron
lugar al pedido de la AFA de cancelar la sanción de cuatro fechas contra Lionel
Messi y revocar la multa de 10 mil euros. "Estoy muy contento por la
resolución y orgulloso del equipo de trabajo. Agradezco, además, la confianza
del presidente Claudio Tapia y del Comité Ejecutivo de la AFA", comentó
Andrés Paton Urich, asesor letrado de la AFA a la nacion. Él fue el encargado
de seleccionar al español Juan de Dios Crespo y al argentino Ariel Reck para
elaborar la apelación que terminó destrabando el castigo contra el capitán del
seleccionado argentino. La audiencia del miércoles en la casa de la FIFA, en
Zurich, fue clave. Constó de dos partes: la delegación argentina primero desarrolló
la estrategia legal trazada en las 46 páginas de la apelación. Luego, Crespo
hizo un alegato, en el que explicó por qué la sanción a Messi debía ser
anulada. A la salida del encuentro, la expectativa era que le bajaran una fecha
y el castigo quedara en tres partidos, por lo que la Pulga debía cumplir
todavía dos. Estimaban que la definición se publicaría el próximo martes 9.
Nadie se esperaba esta resolución. Ni tan rápida ni tan favorable.
El hilo conductor de la estrategia legal de la AFA era que
la FIFA no podía actuar de oficio, tal como intentó hacer la Comisión
Disciplinaria para justificar los cuatro encuentros de castigo. "Para
sancionar de oficio, la FIFA debe probar que el árbitro asistente del partido
Argentina vs. Chile no advirtió el insulto. Si lo notó y no lo sancionó, no
corresponde la sanción de oficio", explicó un experto argentino en derecho
deportivo que colaboró en el armado de la apelación. En esta línea, si la FIFA
estaba imposibilitada de actuar de oficio, no correspondía ningún castigo. Eso,
justamente, fue lo que decidió la Comisión de Apelaciones. El árbitro de aquel
encuentro en el Monumental, el brasileño Sandro Ricci, no incluyó ninguna
referencia al insulto de Messi.
La apelación de la AFA hace hincapié en que Emerson do
Carvalho, el colaborador de Sandro Ricci, entendía perfectamente qué le quiso
decir Messi con sus palabras ("La concha de tu madre"). Entre los
argumentos presentados ante los cuatro funcionarios de la FIFA figuran su
experiencia en partidos internacionales de la Conmebol (donde el idioma
predominante es el español) y una declaración de Bruno Militano, preparador
físico de Edgardo Bauza, el ex entrenador del seleccionado argentino. Según
pudo reconstruir la nacion, el ayudante del Patón contó en su declaración que
vio cómo Messi y Do Carvalho conversaban entre ambos luego de la jugada de la
discordia. Así que ambos entendían lo que se estaban diciendo. Conclusión: el
juez de línea entendió el insulto. Lo dejó pasar y ni siquiera le informó al
árbitro principal del cruce. La sanción de oficio nunca debió haberse aplicado.
"Estamos muy contentos por el fallo y por la gestión
del presidente Tapia. Esperaba el mejor de los resultados por la forma en que
veníamos trabajando. El equipo de abogados y el asesor letrado Patón Urich
trabajaron para reducir la pena en forma completa. Para Tapia y el Comité
Ejecutivo que está hace un mes al frente de la AFA, este ha sido un gran
logro", contó Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la presidencia de
la AFA.
La resolución de la FIFA es inapelable, por lo que luego de
publicado el veredicto de la Comisión de Apelaciones se da por cerrado el
incidente disciplinario 170315 contra Lionel Messi. El expediente, cuya principal
evidencia eran tres videos (uno de ellos, de la Televisión Pública Argentina),
había sido creado un día antes del partido por las eliminatorias entre el
seleccionado argentino y Bolivia, en La Paz. Contra reloj, la AFA intentó una
defensa en aquel momento, que incluyó un descargo del propio jugador. Sin
embargo, la Comisión Disciplinaria siguió adelante con el proceso y el mismo
día del partido (28 de marzo) suspendió al astro argentino.
La resolución positiva de la situación constituye un alivio
para la gestión de Claudio Tapia como presidente de la AFA. Fue el directivo de
Barracas Central quien tomó la decisión de apelar el castigo a la estrella del
seleccionado: lo hizo horas después de asumir. Y el Comité Ejecutivo lo facultó
para contratar a Reck y a Crespo. En la FIFA gobernada por Gianni Infantino hay
otros dos argentinos que pueden estar contentos: uno es Fernando Mitjans,
vicepresidente de la comisión de Apelaciones que falló a favor de la AFA. El
escribano no podía intervenir en el tema por un conflicto de interés: Messi es
argentino. El otro es Diego Armando Maradona, hombre de confianza de Infantino
y capitán de su equipo de leyendas. El Diez había supeditado su trabajo en la
FIFA como embajador a que Marcelo Tinelli abandonara su idea de presidir la
AFA.
Tinelli ya no está. Maradona se quedó. Y Messi puede volver
a jugar en el seleccionado.
Fuente Cancha Llena

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