Albertengo se recupera a gran velocidad de su rotura de
ligamentos y meniscos. Está ansioso y avisó que quiere pelear por un lugar.
El punta se lesionó hace casi cinco meses y contó que al
principio vivió días difíciles.
Por Favio Verona
La lesión dejó cicatrices que se hacen visibles en su
rodilla izquierda, pero él prefiere ser optimista: siente que el golpe que
sufrió hace 149 días lo hizo madurar.
A Lucas Albertengo se lo ve un poco más
delgado de lo habitual, pero él se siente más fuerte. Desde el 30 de
septiembre, cuando se rompió los ligamentos y meniscos de su rodilla izquierda
ante Olimpia (0-0), ve las cosas desde otra perspectiva. Su recuperación avanza
a velocidad crucero. El delantero ya participa en algunos ensayos tácticos y en
los próximos días comenzará a ser exigido en entrenamientos que demandan más
fricción.
“Me falta muy poco. Estoy haciendo casi todos los trabajos con
normalidad y no siento molestias. En estos días voy a empezar a participar en
las prácticas de fútbol”, le contó el delantero a Olé.
-¿Se te está haciendo largo el parate?
-Sí, estoy muy ansioso, quiero salir a la cancha y jugar. Me
encuentro en la etapa final y ya me banqué un largo período, así que voy a
tratar de ser paciente. Los médicos prefieren que me tome algunos días más por
precaución y los voy a respetar, pero ya me siento bastante fuerte.
-¿En cuánto tiempo vas a estar disponible?
-Al principio pensé que la recuperación me iba a costar más,
pero ya ni siquiera siento molestias musculares. A veces se me hincha un poco
la rodilla, aunque es normal porque me estoy exigiendo mucho.
"En los primeros meses llegué a pensar que no iba a
jugar más".
-¿Viviste días difíciles?
-Sí, pero lo peor ya pasó. Por suerte la parte más dura
quedó atrás. Ahora lo único que me falta es ponerme bien físicamente para
adquirir ritmo de competencia.
-¿Nunca te derrumbaste anímicamente?
-Sí, se me hizo difícil. La lesión fue un golpe duro.
Después de la operación me puse a pensar en todo el tiempo que me quedaba por
delante y fue muy desgastante desde lo mental. Por suerte la peor parte me
agarró en la etapa de mis vacaciones y me pude ir a Egusquiza, donde me contuvo
mi familia. Mis compañeros también me levantaron en los momentos difíciles.
-¿Tuviste temor?
-En los primeros meses llegué a pensar que no iba a jugar
más. Te da la sensación de que te va a costar muchísimo, de que va a ser muy
difícil. El dolor es muy intenso y en cada trabajo te molesta la rodilla.
Cuando volví a entrenar no estaba bien físicamente y sentí que no iba a poder
recuperar el ritmo de mis compañeros. Igualmente, a medida que pasa el tiempo y
vas avanzando, ese pensamiento se borra.
-¿Qué te dice el DT?
-Pellegrino me habló siempre y estuvo cerca para apoyarme.
Fue un sostén y puedo contar con él.
"Ahora lo único que me falta es ponerme bien
físicamente para adquirir ritmo de competencia".
-Llegaron delanteros importantes. ¿Vas a estar en
condiciones de darles pelea en serio?
-Con Denis, Vera y Fernández va a ser muy difícil jugar,
pero la presencia de competidores de tanta jerarquía me motiva y me ayuda a
exigirme mucho más. Voy a hacer todo lo posible porque quiero ganarme un lugar.
Además trato de ver el lado positivo: tendré muchas opciones para asociarme y
puede ser una solución tenerlos al lado.
-¿Qué evaluación hacés del arranque tan irregular del equipo
en el torneo?
-El último clásico lo sufrí muchísimo. El empate fue como
una dura caída, había decepción en el vestuario. Tenemos mucho más para dar. En
el semestre pasado demostramos que podemos jugar mejor. No hicimos buenos
partidos, pero debemos estar tranquilos. Esto recién empieza y confío a muerte
en mis compañeros. No podemos perder más puntos. A partir del lunes, contra
River, vamos a revertir este mal momento y volveremos a ser el equipo que cerró
el 2015 en muy buen nivel.
Fuente Olé
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