A pocas horas de enfrentar al Ciclón, Méndez volvió a ser de lo
mejor del amistoso matutino con el Tate.
"Toque”, lo pronuncia una y otra vez. El pase es su
primer mandamiento y lo predica en el equipo. Jesús Méndez guía a los más
pibes, como Domingo Blanco y Ezequiel Vidal, y a la vez, sobre sus espaldas,
lleva la fe de los hinchas, que pidieron por su continuidad: “Estoy feliz y
agradecido a los dirigentes, al hincha y al técnico que han confiado en mí.
Espero poder devolverles ese cariño que me han brindado”.
El mendocino deberá esperar porque en la primera fecha no
podrá jugar por la expulsión -injusta- en la final ante Racing. Apenas nueve
horas y media habían pasado del 1-1 ante San Lorenzo, cuando arrancó el
encuentro contra la Reserva tatengue. La imagen fue la misma: Méndez manejó la
pelota y los tiempos del Rojo. Cumplió una buena labor en la distribución y la
asociación con el Cebolla: “Es importantísimo para nosotros”. Y como en la
cancha, afuera tampoco le pesa el rótulo de candidato: “Tenemos un gran equipo,
sólo pensamos en ponernos bien para pelear el torneo. Falta mejorar, pero
recién llevamos una semana”.
MAR DEL PLATA (ENVIADO)
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.