Por las redes sociales circuló este afiche para que el derby
de hoy sea una gran fiesta.
Ambas dirigencias se reunieron para transmitir un mensaje de
paz. Los equipos entrarían juntos al campo.
Los ecos del escándalo de hace 10 días en la Bombonera
todavía siguen retumbando con fuerza. La herida continúa abierta en un fútbol
argentino gobernado por la violencia, que parece desangrarse ante un flagelo
que nadie se atreve a combatir. En ese contexto, el clásico de Avellaneda será
catalogado como un partido de alto riesgo. Y una prueba de fuego para los
organismos de seguridad. Será el primero que se disputará en el Cilindro desde
que Independiente regresó a Primera y habrá un desafío: que las cargadas no
trasciendan el límite de lo jocoso.
En las últimas dos semanas, los dirigentes de ambos clubes
predicaron con el ejemplo y llevaron adelante una campaña para intentar
propagar la paz desde adentro hacia las tribunas. “Somos vecinos y adversarios,
no enemigos”, fue el slogan que se difundió por las redes sociales con la
intención de que les quede grabado a los fanáticos. “Lo que sucedió en la cancha
de Boca fue lamentable. La gente tendría que ir a alentar a su equipo, no a
perjudicarlo. Estuve hablando con el presidente de Racing. Ambos clubes
queremos que sea una fiesta, más allá del resultado. No hay que confundirse:
que haya rivalidad no quiere decir que tengamos que ser enemigos”, subrayó Hugo
Moyano.
Desde la otra vereda, Víctor Blanco también adhirió a la
postura del presidente del Rojo. Y contó que tienen previsto un ingreso mutuo
con los jugadores de Independiente. “La idea es que entren los dos equipos
juntos para transmitir un mensaje claro: en Racing no queremos violencia”,
comentó. Hasta Jorge Almirón se refirió al tema: “Está fresco lo que pasó en
Boca. La cancha debe ser un lugar de fiesta, no un campo de batalla”
Fuente Olé
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