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lunes, 13 de enero de 2014

Toque de atención por la derrota en la previa del clásico.



Por Nahuel Lanzillotta; "CLARÍN".

    
  
Trabajo. Zapata traba y gana ante un rival de Kimberley. /FABIAN GASTIARENA.

Mar Del Plata. Enviado "CLARÍN".

Aunque públicamente le bajen el audio al rock del verano que promete ser el clásico de mañana a las 22.10 ante Racing, en Independiente saben que no será tan sólo un partido de preparación. Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y, sobre todo, los hinchas, están esperando quedarse con un triunfo contra el vecino de toda la vida, que tanto disfrutó (por momentos de una manera grosera) del descenso del Rojo. Por eso, Omar De Felippe pondrá lo mejor que tiene. Y eso fue lo que volvió a probar en el amistoso informal de ayer a la mañana ante el modesto Kimberley, aunque no le fue muy bien...

El problema fue que, al menos desde el resultado, en la antesala del reencuentro con su máximo rival, no estuvo a la altura. Con sus mejores hombres, Independiente no pudo superar a Kimberley (milita en el Torneo Argentino B) en 40 minutos de fútbol en las instalaciones del Banco Provincia, a puertas cerradas. El único gol lo marcó de cabeza César Espende, tras un tiro libre desde la derecha. Claro que no se tomó como una catástrofe este resultado al tratarse del primer duelo informal de la pretemporada, pero un poco de preocupación generó esta caída de los titulares, que formaron con: Rodríguez; Vallés, Cáceres, Velázquez, Morel Rodríguez; Zapata, Alderete, Mancuello; Pisano, Montenegro; y Parra. Estos once apellidos son los que se perfilan para mañana, con Cristian Tula (ver recuadro) en lugar de Cáceres. El que se lo perderá es el mediocampista revelación del semestre pasado Marcelo Vidal, ya que aún no se repuso de una tendinitis y prefieren no hacerlo correr riesgos.

Los suplentes, por su parte, disputaron dos encuentros. El primero no tuvo goles y el segundo fue victoria roja con gol de Martín Benítez de penal.

La primera prueba del equipo aquí en La Feliz no dibujó precisamente una sonrisa en la cara de su técnico, que espera que en el clásico todo sea diferente.


Fuente Clarín

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