También trató de satisfacer a De Felippe cuando le pidió que
ayudara en la marca.
Por JORGE LUIS SIERRA
Pisano, que jugó más suelto, llevó sin problemas la camiseta
de Bochini: fue el mejor de Independiente.
A esta altura, Matías Pisano es imprescindible. El lunes, en
el 0-3 de Independiente ante Racing, el zurdo había sido uno de los pocos, sino
el único, que salvó la ropa. Y anoche, frente a Newell’s, Matías fue otra vez
el punto más alto de este Rojo con atuendo amarillo.
Además, como para confirmar que es el as de espadas, Pisano
usó la camiseta número 10, sí, la que habitualmente luce el Rolfi Montegro y la
que siempre le perteneció al máximo ídolo de los de Avellaneda, Ricardo Bochini
(hasta ahora, en los partidos que jugó en la B Nacional, el ex Chacarita llevó
la 7).
Con el 10 en la espalda, además, Pisano modificó su posición
en la cancha. Anoche no se lo vio tan recostado por la banda derecha. No. Jugó
más suelto, yendo por el medio, pivoteando, a veces de enganche, a veces de
delantero y, también, por la banda izquierda. De esta manera, tuvo algunas
posibilidades de gol. En el primer tiempo, en la más clara del Rojo, le pegó de
derecha y pasó cerca del palo izquierdo de Guzmán. Después, con la zurda,
volvió a inquietar al arquero, cuando pateó desde fuera del área y cuando la
cruzó entrando por izquierda. A 15 minutos del final lo reemplazó, con la 16,
Montenegro. El trabajo ya estaba hecho.
MAR DEL PLATA (CORRESP.).
Fuente Olé
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