Ilustró rrrojo - Fuente de imágen web
Por Gustavo
Grabia.
Por la
interna de la barra se abrió una causa judicial. Ayer declaró Bebote y dijo que
irá en son de paz.
El infierno,
en Avellaneda, está lejos de ser encantador.
El sábado Independiente empieza a
desandar el camino por la B Nacional pero además de los rivales externos,
tendrá uno adentro, en el corazón de la popular: la pelea por dominar la
tribuna.
El jefe, hoy, es César Rodríguez, alias Loquillo, que se quedó con la
Norte, lugar habitual de los violentos.
Pero Bebote Alvarez anunció su vuelta a
la Sur con más de 600 barras.
Florencia Arietto, la ex jefa de Seguridad del
club, denunció públicamente que el ex líder intentaría retomar el control a
sangre y fuego y ante eso, se abrió una causa judicial en la UFI 3, a cargo del
doctor Rojas.
Y esto ya produjo la primera consecuencia: Bebote se presentó a
declarar en la comisaría Primera de Avellaneda.
Allí ratificó que piensa copar
la parada pero con una aclaración: anunció que irá en son de paz.
“Nos vamos a
juntar a partir de las cuatro de la tarde debajo de la estación Avellaneda y
queremos custodia policial porque nuestra idea es aportar a la fiesta. Ya tenemos
el cotillón porque queremos acompañar el regreso del Rojo a Primera. ¿Con quien
voy? Con 600 amigos, todos socios. Y sin Loquillo, porque él ya no lo es”,
declaró Bebote en la sede policial quien además anticipó que si el club no le
saca el derecho de admisión, “Voy a acompañar a mi grupo hasta el primer cacheo
y me voy a retirar, porque no quiero problemas”.
¿Cuánto de
lo que dijo es verdad o sólo una puesta de escena para la Justicia?
Recién se
sabrá con el correr de los días, aunque fuentes del Aprevide aseguran que el
actual jefe no tiene espacio para generar ningún incidente aunque temen qué
puede pasar a futuro con una tribuna muy dividida y con gente pesada de ambos
lados.
Porque con
Loquillo se quedaron Néstor Rodríguez, alias el Salteño, hombre del sindicato
de la construcción, Chichón, otro primera línea y los grupos de Wilde, Villa
Jardín y Banfield.
Mientras que con Bebote están Eduardo Pachi D’Aquila y un
montón de históricos de la barra, como Guendulain, el Tortuga Adrián García y
los barrios Pepsi, Berazategui, Solano, Claypole y Plátanos, entre otros.
Pero el dato
que asusta más es que a Bebote lo banca desde la cárcel Walter Coco Linardi.
¿Quién es? Uno de los barras más violentos del Rojo que dio la orden a su grupo
de encolumnarse tras el ex líder. Y, se sabe, su gente es de las más violentas.
Fuente Olé
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