LE ESCRIBO A
LA ESPERANZA.
A toda la
masa de simpatizantes y asociados del Club Atlético Independiente me propuse
escribir estas líneas con la sola legitimidad de mi condición de hincha, de
dirigente de un sector de la política interna del Club y de socio. Abrigo una
gran esperanza en que se modifiquen las cuestiones que hoy nos afligen a todos.
Estamos a
oscuras, nos buscamos en las páginas deportivas tratando de leer las Altas y
Bajas de nuestro equipo para el próximo
campeonato, pero no nos encontramos, tenemos que dar vuelta la página, es un
darse cuenta, no estamos en primera, sino en primera B. Pero tengo certezas que
las cosas se van a modificar, que el rojo va a volver a ser lo que fue casi
toda su trayectoria: un protagonista de los campeonatos de la AFA. No busco
culpables, es más no me interesa, creo que es una pérdida de energía analizar
si Cantero debe cargar con una responsabilidad que le otorgaron sin estar
preparado, de una platea al sillón de presidencial. Soy de los que piensan que
ser dirigente de fútbol es complejo y se necesita mínimamente experiencia en la
actividad dirigencial. Tampoco pretendo
inspeccionar si el peso de la deuda que dejó la gestión Comparada fue el
contrapeso ideal para desplazarnos a una división extraña a nuestros pergaminos
pero que debemos enfrentar con dignidad.
Quiero
transmitir mi convicción que las cosas van a mejorar, deseo con toda
honestidad, que sea lo más rápido posible, los ojos de mis hijos, de mis
nietos, me lo reclaman, como seguramente a muchos de ustedes, que nos alegremos
de los triunfos, que sepamos –como ya hemos dado muestras- tolerar alguna que
otra derrota, que los más jóvenes no
conocieron las mieles de los exitosos años 1963,
1967,1970,1971,1977,1978,1983,1989, no me olvido de 1994 ni del último 2002,
pero que, seguramente, sí le son conocidos , que levanten el puño para festejar
goles , triunfos y campeonatos. Eso fue Independiente, reconocido en el mundo
futbolero y me atrevo a decir que acá, en la Argentina, causó mucha tristeza su
descenso, excepción hecha de nuestro rival histórico que expulsó de su alma al
diablo que lo atormentaba, pero el resto del país futbolero sintió pena por el
rojo, por la caída del más grande. Hay futuro, hay dirigentes, hay gente de
bien comprometida. Un grande no se
termina por un golpe de Knock-out se levanta, se planta y da pelea. Somos
muchos los hinchas de Independiente y se sabe que la pasión nos moviliza y
vernos así nos ha tocado fuertemente.
Es muy
probable que todos tengamos diferentes visiones sobre cómo resolver la
situación, pero no nos vamos a
atemorizar por la deuda millonaria, por la falta de jugadores de nuestra
cantera con cierto relieve, por lo menos hasta hoy, por el deterioro progresivo
del club en sus locaciones y actividades desde muchos años atrás.
Hay que
redoblar el esfuerzo, formular un plan de gobierno, preparar un grupo numeroso
de dirigentes capacitados e imbuidos del programa y un líder que nos conduzca y
facilite soluciones, pero fundamentalmente debemos saber que somos nosotros quienes debemos participar en su
búsqueda y encontrarlas, así saldremos de la oscuridad.
J.A.”C” Klappenbach
DNI 4619554.
Coordinador
de Comisiones de Trabajo de "Agrupación Independiente"
Fuente El
Gran Campeón
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