El Tolo Gallego, finalmente, se llamó a silencio. (DyN)
Por FAVIO VERONA
El Tolo Gallego suspendió la conferencia.
Antes, dijo:
“No puede ser que perdamos este partido”. Si Quilmes y San Martín SJ ganan sus
partidos durante esta fecha, el Rojo volverá a la zona del descenso.
El Tolo Gallego estaba desalmado. Independiente buscaba
el gol y la pelota pegaba en el travesaño, o en el palo, u otra vez en el
travesaño, o se iba a centímetros del arco de Ibáñez.
El entrenador abría los
brazos, se tomaba la cabeza, miraba al cielo y decía resignado: “¡No puede ser
que perdamos este partido!”.
Después, por primera vez en este torneo, suspendió
la conferencia de prensa. Los jugadores, para evitar problemas con los hinchas,
se fueron por el vestuario visitante.
Así como para este partido frente a Godoy Cruz había
decidido mover el tablero -lo más relevante fue haber dejado en el banco al
Tecla Farías-, anoche el Tolo también cambió sobre la marcha para intentar revertir
el 0-1.
Primero sumó un delantero, al incluir a Benítez por Fredes; luego le
dio otra chance a Farías, que entró por el Malevo Ferreyra; y en los últimos
minutos mandó a la cancha a Santana por Miranda.
No hubo caso. El Rojo tuvo sus
chances pero el arco de los mendocinos siguió cerrado.
Para la semana que viene, para jugar frente a Quilmes,
el Tolo confía en volver a tener a Rolfi Montenegro. Será un duelo bravo frente
a un rival directo por no descender. Ya lo dijo Gallego: “Será la final del
Mundial”.
Fuente Olé
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