Por Cristian Fernández
Hubo cuatro jugadores que estuvieron a la altura de las
circunstancias.
Cada uno en su posición demostró carácter, compromiso,
firmeza y presencia para resolver.
El Ruso, Tula, Morel y Vargas.
De arranque y sobre todo en el segundo tiempo se vio
que Independiente tuvo una actuación carente de ideas, de fútbol y de potencia.
Se notó un equipo híbrido que de a poco se fue acostumbrando y hasta se aferró
al empate.
Claro está que sabiendo de lo trascendental del partido se
necesitaba algo más, en realidad un triunfo.
Sin embargo, para el DT se ganó un punto.
¿Por qué?
El
equipo no dio una buena impresión y la igualdad le permitió sumar, algo que no
se hubiese podido en caso de derrota.
Y, para ello, hubo cuatro pilares que
dejaron todo y mantuvieron la valla.
Ellos fueron: Diego Rodríguez, Cristian Tula, Claudio Morel Rodríguez y
Fabián Vargas.
Por empezar, el arquero tapó tres jugadas claves.
Una
volviendo hacia atrás, que al principio no pareció ocasionar problemas, pero al
caer tan rápido el balón complicó al Ruso que resolvió sin dificultades. Las
otras dos, aún fueron más riesgosas. En una de ellas Elizari pateó a quemarropa
dentro del área y en la otra Oberman intentó, de primera, colocar bien cerca
del travesaño. El guardameta la tiró al córner con una excelsa maniobra.
En el caso de los centrales hay que mencionar tres
palabras que encierran la cualidad de gladiador: Corazón, Tenacidad y Sangre.
Sí, con mayúscula.
Tanto Cristian Tula como Claudio Morel Rodríguez hicieron un
gran partido. Ganaron siempre ante los delanteros de Quilmes. Llevaron
tranquilidad en la última línea y, si bien el paraguayo abusó del pelotazo,
trataron de ser salida. Cortaron todo lo que venía por abajo y ganaron muchas
veces en lo alto. Completaron un gran encuentro y se han convertido en una
pareja de zagueros loable.
El cuarto jugador destacado de este póker elegido es
Fabián Vargas. Es verdad que el colombiano no tuvo un partido descollante, pero
también lo es que intentó siempre comandar la salida del equipo por debajo. Tocando.
Nunca tuvo un ladero que lo pueda seguir. Cortó, corrió y se notó que él no
mintió. Tras realizar una buena pretemporada está en un nivel altísimo,
haciéndose cargo del mediocampo y siendo caudillo. No tendría que haber
objeciones en su renovación.
Sin dudas que el tiempo dirá si el punto sirvió o no.
Ahora lo indispensable será ganar en casa, justo ante Boca. Para eso, el resto
de los jugadores que ponga el Tolo en la cancha deberán sí o sí alcanzar el
nivel de compromiso que han logrado Rodríguez, dueño del arco tras un Torneo
Inicial en el que Hilario se confundió más de lo que acertó; Tula, primer
central y titular indiscutido; Morel, primero como lateral y ahora de segundo
zaguero firme y por momentos impasable, y Vargas, volante de marca, de juego,
de inteligencia, de experiencia y mucho más.
Fuente Infierno Rojo
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