Por Cristian Fernández
Independiente jugó tres amistosos en Mar del Plata y
nunca pudo inflar la red rival. Ni River, ni Racing, ni Boca sufrieron tantos
en contra. Es la mayor preocupación que dejó el verano en el Tolo.
Todo comenzó el 12 de enero en la Ciudad Feliz ante los
Millonarios de Ramón Díaz. Gallego decidió presentar una delegación de
suplentes, porque ni él se hizo presente en el banco. El partido de
Independiente no fue bueno y la derrota 2-0 terminó siendo justa.
Ante Racing y con mayoría de titulares el rendimiento
fue otro. Hubo dinámica, pases en profundidad, llegadas con pelota dominada al
piso, paredes y desmarques. Faltó Farías, sí, y el Rojo lo sintió porque no
tuvo gente en el área rival con peso ofensivo. Saja, esa noche, fue la figura
del partido y provocó que Independiente se fuese en cero.
Este sábado, como cierre de pretemporada y de amistosos
veraniegos, el Tolo lo puso al Tecla, lo juntó con el Rolfi y con la gran
aparición en la que se convirtió el pibe Miranda. Ferreyra iba por izquierda
como un arma más ofensiva a este tridente. Y, si bien contó con chances netas,
tampoco pudo gritar la palabra más hermosa del fútbol. Hay que resaltar que
dominó en gran parte del juego, pero le faltó la famosa profundidad.
Por eso, lo que más preocupa es la falta de gol del
equipo. Encima la llegada del segundo refuerzo o delantero está cada vez más
lejos y eso tiene mal a todos. Entre ellos al Tolo que sabe que en el horizonte
más cercano aparece Tigre, este domingo 3 de febrero, y un poco más allá ese
promedio que nos tiene mal. Ojalá que la caprichosa, como le dicen, se
conforme, recuerde todo lo que le dimos y empiece a entrar en el arco rival.
Mientras, seguimos con el grito ahogado bajo el sol.
Fuente Infierno Rojo
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