El Tecla, mano a mano con Olé.
A nueve días de jugar por los porotos en un momento
especial del club, el Tecla da la cara.
Hace autocrítica por gritos
atragantados pero tiene confianza: “Puedo dar mucho más y vamos a pelear el
torneo”.
Pide apoyo de los hinchas, habla del Rolfi y de la fortaleza
psicológica que deben tener en este semestre.
Poco amigo de los micrófonos y los flashes, Ernesto
Farías (32 años) da la cara. Es consciente de que en este semestre la lupa
estará sobre sus pies. Por eso, tras un Torneo Inicial inestable y ante a un
Final extremadamente duro, recibió a Olé para analizar, con autocrítica, lo que
ya pasó y marcar posición ante lo que se viene.
“Fuimos muy irregulares y se
complicó por el momento difícil que ya veníamos transitando. No fuimos
constantes y en lo individual no fui ajeno a eso”, asumió el Tecla.
-¿Esa irregularidad a qué se debió: presión propia, del
hincha, desesperación, mala preparación?
-Una sumatoria de cosas. En el torneo pasado muchos
llegaron sin pretemporada. Más allá del entrenamiento en sí, eso influye en lo
humano también. A cierta edad es más necesaria la etapa de preparación, sin
dudas. Las lesiones, que son normales ante la exigencia, repercutieron más por
todo esto que digo. Eso quita rendimiento, el entrenador no encuentra el
equipo, la gente se impacienta y los resultados no se dan. Todo empeora sin
dudas.
-Aquel 5-4 contra Boca ilusionó mucho al hincha. ¿Tu
juego pasó a ser más sacrificado para poder llegar al gol?
-Sí, sin dudas. Igual, el fútbol de hoy te exige tener
más movilidad. Sé que puedo dar más y que fui irregular con los goles. Hace un
año que estoy en Independiente, jugué 33 partidos (Torneo Inicial) e hice 12
goles. Sé que he pifiado pelotas increíbles, de ésas que yo habitualmente no
desperdicio. Hay goles que no puedo errar.
-¿Sentís impotencia o lo asumís como una circunstancia
del juego?
-¡Olvidate! Me volvía loco. También es cierto que
cuando tenés una sola opción de gol, sin revancha, es muy difícil. A veces es
normal errar goles pero cuando pifiás una de una, es terrible. Es más: si yo
hubiera hecho tres goles más, en el global estaría en un promedio de 0,50 por
partido. Y no es que me conformo porque sé que puedo dar mucho más de lo que di
hasta ahora. Nunca me conformo. La regularidad se da si todo está en su lugar.
Es necesario un equilibrio y que todos lleguemos al gol, no sólo yo. Elaborar
la jugada para que cuando yo erro, el que esté cerca lo haga. Si mejoramos en
el trabajo colectivo va a haber muchos goles con los volantes ofensivos que
tenemos y con los delanteros.
-Claro, pero un delantero necesita del gol para
subsistir en un equipo como nosotros el aire para respirar. Sin eso, es
difícil.
-Es cierto. Elegí ser delantero porque me gusta hacer
goles. Si no, hubiera buscado ser volante o mediocampista. ¡Lo más lindo del
mundo es hacer goles! Me pregunté muchas veces: “¿Cómo me puedo errar este
gol?”. Son segundos donde uno decide. Y te aseguro que yo me voy mucho más
caliente que el hincha. Pero sinceramente a mí me desespera otra cosa...
-¿Qué?
-Que no tenga la posibilidad de patear al arco. Porque
así sea una sola la opción, al menos la tuviste. Me genera mucha más impotencia
cuando no me llega la pelota. He vivido partidos en los que no pateé ni una
sola vez al arco y eso sí que me desespera. Si erro tres goles, no me preocupa
porque un día la voy a meter. Pero sin opción, no hay posibilidad de revertir.
-En el Inicial, Independiente no generaba fútbol. Si
los nombres están, ¿por qué no ensamblaron como equipo?
-Hay que trabajar. El entrenador debe sacar lo mejor de
cada jugador. Poner a un tipo en la cancha y transmitirle: convencerlo de que
es lo mejor. Independiente tiene jugadores para pelear el torneo. No tengo
dudas de eso. El punto es que aparezca la confianza grupal. Si estás bien de la
cabeza, las individualidades fluyen.
-Querían que el Inicial se termine cuanto antes,
¿verdad?
-Y, sí. Queríamos tener la opción de arrancar de cero.
La meta era terminar afuera pero quedó pendiente Tigre (se juega el 3/2)...
Independiente depende de sí mismo y si nos convencemos de eso, peleamos arriba.
Podemos sacar todos los fantasmas en este torneo.
-¿La presión de la gente la tienen en cuenta?
-Absolutamente. La gente está impaciente y la
entendemos porque Independiente nunca estuvo en una situación similar, pensando
en el promedio. El hincha es una parte de las tres patas que sostienen al
equipo. Todos juntos vamos a sacar esto adelante. Va a haber partidos en los
que vamos a necesitar del hincha. Nosotros les vamos a demostrar sacrificio y
actitud. Adentro de la cancha, por más profesionales que seamos, sentimos
cuando la cosa no está bien y ése es el momento en el que se precisa el apoyo
desde las tribunas para levantar.
-Estás muy mentalizado en la versión ganadora. ¿Cómo se
preparan ante un tropezón para que no sea un golpe letal?
-Buena observación
porque ése es el punto en el que más trabajamos. Va a ser un torneo muy duro y
no hay que caer ante un tropezón. La meta es alta y será clave la cuestión
psicológica. Ni ganando un partido está todo bien, ni perdiendo es el fin del
mundo. Convivir con eso no es simple pero trabajamos para enfrentarlo de la
mejor manera. Es clave para mantener la estabilidad futbolística y emocional.
Estoy convencido de que vamos a pelear el torneo.
-¿Qué significó para el grupo la llegada de Montenegro?
-Del Rolfi ya se sabe lo que es como profesional y lo
que transmite. Lo respetan los hinchas, es un tipo alegre que le hace muy bien
al grupo. Aporta gol o ese pase de gol exacto. Es un refuerzo importante que
nos puede brindar muchas soluciones. Se necesitaba de un tipo así para
fortalecer al grupo.
-¿Con qué esquema te sentís más cómodo?
-Siempre jugué con dos enganches siendo único punta.
Igual la cosa es llegar al arco, ja. A veces jugás con tres delanteros y no
tenés una sola opción. A veces pasa por convencimiento.
-¿Influye que el DT no pueda repetir equipo?
-En el grupo y con el técnico, claro. Cada entrenador
tiene su estructura armada y no poder repetirla, por el motivo que sea, es
frustrante. Tocar uno o dos, por fuerzas mayores, se acepta. Pero no poder
repetir por lesiones o cuestiones de fuerza mayor, es duro. Los buenos equipos,
los que están afianzados, sólo cambian cada tanto una o dos piezas y sostienen
una base.
-¿Te sentís en deuda con la gente?
-Si pienso en lo que dejo en la cancha, no siento estar
en deuda porque dejo la vida. En cuanto a los goles, me voy amargado cuando no
los concreto.
-El Tolo dijo que tenés que hacer más de 10 goles en
este torneo...
-Si me lo exige es porque sabe que puedo dárselo. Ojalá
haga más de lo que él pretende.
-¿Por qué te quedaste?
-Porque di mi palabra. Pude irme pero Independiente se
juega todo este semestre y ahí sí me hubiera sentido en deuda con mis
compañeros. Lo evalué en familia y mi compromiso con Independiente no me
permitía irme antes de este semestre.
Fuente Olé
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